lunes 13 de junio de 2005

 

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FAMILIA: ¿COMO AFRONTAR ESTA SITUACION PARA AFECTAR LO MENOS POSIBLE A LOS NIÑOS?
Entre los hijos y el divorcio

María del Pilar Méndez | Crítica en Línea

Toda pareja sufre de momentos difíciles, pero es decisión de ellos intentar resolverlos o determinar que sus diferencias son irreconciliables, optando por el divorcio. Ambos saldrán heridos, pero la situación se tornar tensa si hay hijos de por medio.

La separación para los niños es traumáticas, pues para ellos su mundo se viene abajo y se llenan de una sensación de pérdida al saber que uno de sus progenitores ya no vivirá junto a él.

Aunque esto dependerá de la edad y de la personalidad del niño o adolescente, el psicólogo Saúl Alvarado de la Clínica de la Familia, explica que es fundamental que los padres se preparen para su propio divorcio y después informarles a los hijos de su decisión.

ESCOGE TU CAMINO
La Real Academia de la Lengua define el divorcio como “dicho de un juez competente: Disolver o separar, por sentencia, el matrimonio, con cese efectivo de la convivencia conyugal”, dejando bien claro que cada uno toma el camino de su elección.

Ahora bien, dice Alvarado que hay varias formas de divorcio y lo ideal sería una separación tranquila y pacífica. Difícil de hacer, pero no imposible y es más que nada para no lastimar tanto a la hijos. Hay que entender que las peleas antes, durante y después del divorcio afectan muchísimo a los niños.

COMO DECIRLES
Antes de sentarse con los niños y soltarles de golpe que ya no estarán juntos, los padres deben buscar ayuda profesional de un psicólogo o terapista familiar. Afirma el psicólogo, que las causas de a separación van más halla del núcleo familiar y lo mejor es que reciban una guía para que la comunicación con los niños sea buena y aminore le impacto.

Asimismo, después del divorcio debe haber una comunicación útil entre las partes, ya que en la mayoría de los casos, los hijos se quedan con la madre. Claro está, ello no significa que dejan de tener un papá, pero la madre puede volverse a casar complicando un poco más la situación, de igual forma el padre.

Aunque no hay una edad fácil, el período más difícil es entre los 5 y 15 años, asegura Alvarado. Y esto tiene varias razones, entre las que están que muchos divorcios se dan entre estas edades y otra es porque el niño empieza a diferenciar entre mamá y papá, por lo que empieza a identificarse con uno de ellos y de repente uno falta.

La razón de esto que, aunque los hijos presencian y conocen de las discusiones de los padres, en su mente creen que todo se va a solucionar.

LOS CAMBIOS
Alvarado señala que una vez separados, la familia se agranda. Los chicos tienen 2 casas, una madrastra o padrastro y, sobretodo los adolescentes, se aprovechan de esto.

Y es que entre dos viviendas se hace difícil mantener las reglas, por lo que ambos padres deben ponerse de acuerdo y establece las normas en ambas casas.

Otro punto son las madrastras o padrastros, pues en muchos casos tienden haber peleas entre los hijos y estos personajes.

Es primordial que los muchachos reciban atención y terapias para sobrellevar la situación a la que se enfrentan.

VESTIGIOS DE LOS PADRES
Los padre indudablemente dejan huellas en sus hijos, buenas o malas. Explica Alvarado que en la caso de las mujeres, si su padre era violento, ellas tendrán una tendencia a buscar esposos agresivos. No porque les guste, sino que les es familiar.

A veces se piensa que el ejemplo de un mal matrimonio para los hijos, es mejor divorciarse, pero muchas veces esos problemas se pueden resolver. Por lo que si uno se separa por un problema que no lo amerita, que clase de ejemplo se está dando.

Aún después de la disolución del matrimonio, continúan las peleas entre ciertas parejas y los niños no tienen por qué presenciarlas, ni sentir que deben proteger alguno de sus padres.

Aunque no es regla, si hay una predisposición en estos niños en pasar por un divorcio en su adultez. Esto ha sido parte de su formación y dependerá de cuanto los afectó, cómo se desarrollarán en el futuro. No necesariamente lo repetirán.

LATINOAMERICA 1/3: ESTADISTICAS DE DIVORCIO
En Latinoamérica, de cada tres parejas una se divorcia. Cada vez son más los jóvenes que se casan sin la seguridad de que su pareja va a ser la definitiva y con una "gran clausula" en el contrato matrimonial si las cosas no marchan bien, la primera puerta de escape que se escoge suele ser el divorcio.

 

    TITULARES

Iniciativa para dragado de ríos

Concluye jornada odontológica

 

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