Mientras la selección juvenil de Panamá compite en el mundial de esta categoría en Holanda, la selección mayor por estos días descansa, no hay nada concreto de cara a sus preparación para la Copa de Oro, debido a que sus máximos dirigentes no están.
Panamá debe iniciar lo más rápido posible su preparación, pero no entrenar por entrenar, tenemos que diseñar un programa serio de trabajo, llamar a los mejores jugadores del patio y cambiarle el rumbo a una selección que en cinco partidos no ha ganado ningún juego y tiene en balance negativo en cuanto a goles a favor y en contra.
Hernández (de seguir en el cargo), así como hizo con Carlos Rivera, debe sacar a varios jugadores que no rindieron en los partidos ante Trinidad y Tobago ni Estados Unidos.
Segundo: debe llamar a hombres de experiencia como Ubaldo Guardia en la defensa y Luis Angel Rodríguez en el mediocampo, no es posible que le dé oportunidades a unos y a otros no. Si quiere enderezar el rumbo en esta eliminatoria, -es lo que todos queremos- debe llamar a los mejores hombres, posición por posición y tratar de lograr un equilibrio en todos los sectores del campo.
Uno de los problemas de Panamá en los cinco partidos de la eliminatoria ha sido la definición. En este aspecto excluyo al técnico de la falta de puntería de los delanteros. Hernández no puede entrar a la cancha y hacer los goles por Brown (anda desde hace meses en mal momento), Garcés, Tejada, Phillips y los que estén en el frente de ataque.
La selección es una responsabilidad de todos. Desde los dirigentes, técnicos, jugadores, hinchas y periodistas debemos tratar de empujar este barco para el mismo lado y tratar de seguir en carrera para el mundial del 2006.
No podemos morir en Guatemala, faltan más de dos meses para ese crucial encuentro, por eso con anticipación debemos prepararnos. La Copa de Oro va a ser un buen termómetro para medir nuestro nivel. Ojalá lo encontremos.
La verdad y para mi gusto, nuestra selección anda en un flojo nivel, sus delanteros no meten goles y hemos encontrado un punto flojo en la defensa: los laterales.
Entonces vamos a enderezar el barco, vamos a buscar ese nivel que exhibimos frente a El Salvador el 17 de noviembre del año pasado en ese 3-0 inolvidable para los aficionados panameños. ¡Ojalá vuelvan esos tiempos!