Policías llegan a La Miel
Jean Marcel Chéry
Crítica en Línea
Una patrullera artillada
del Servicio Marítimo Nacional y otra lancha rápida transportando
un contingente de policías panameños llegaron ayer al poblado
de La Miel, para iniciar la operación "Seguridad Dos",
una semana después de las incursiones a ese territorio en Kuna Yala,
de integrantes del frente norocidental de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
Colombianas (FARC).
En otra embarcación fueron trasladados empleados de Cable &
Wireless, que deberán restablecer la comunicación telefónica
en el área.
Por su parte, la ministra de Gobierno, Mariela Sagel reveló
que la Fuerza Pública y el Ejército de Colombia harán
un "esfuerzo conjunto" para abordar el tema de la operación
de la guerrilla en la frontera.
Explicó que la Policía panameña no puede enviar
a 400 uniformados en un solo viaje a La Miel, debido a que el gobierno no
tiene ningún avión para transportar esa cantidad de personas,
y tampoco hay pistas en ese lugar para que aterrice una nave de ese tamaño.
Sin embargo, Sagel aseguró que "tengo entendido"
que el Ejército de Colombia cooperará con la movilización
de las unidades panameñas, porque debía negociarlo el canciller
Jorge Ritter con su homólogo colombiano. Dijo que viajará
a Puerto Obaldía cuando lo considere oportuno.
Por su parte, el general (r) Rubén Darío Paredes recomendó
al gobierno que organice un "brazo" de la Fuerza Pública
debidamente preparado y equipado para enfrentar a los grupos armados colombianos.
Paredes criticó al presidente Ernesto Pérez Balladares
por el "silencio" que ha mantenido con la situación de
inseguridad que se registra en la zona limítrofe con Colombia.
Las autoridades no han actuado con la debida energía, hoy es La
Miel, pero mañana puede ser Cañita de Chepo hasta llegar a
la ciudad, indicó.
Esas estampidas de panameños huyendo de la guerrilla no podemos
seguirla tolerando y no debemos seguir avalando esa política de "que
tu no te metes conmigo y yo no me meto contigo", dijo el militar.
Por su parte, el exvicecanciller Marcel Salamín no descartó
que la alarma surgida por las recientes incursiones de irregulares pueda
ser parte de una conspiración para justificar la permanencia de las
bases militares estadounidenses.
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