La segunda ronda de negociaciones para alcanzar la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos inicia hoy con la esperanza de los productores agropecuarias. Ellos esperan lograr la exclusión de 16 rubros sensitivos.
Existe optimismo, al menos ese fue el mensaje de la presidenta de la República, Mireya Moscoso, al comprometerse con los productores de incorporar este punto en la agenda de esta semana.
La pregunta es ¿será aceptada? Todos conocemos que ya hubo un primer intento que fue negado, pero nadie que quita que por insistencia se logre respetar esta solicitud, porque si la respuesta es no, hay que decir adiós al TLC con el país más poderoso del mundo.
El grupo negociador panameño debe despertar como lo hace un boxeador el día de un combate. Debe proponerse ganar este asalto, pues si dentro de su pensamiento existe algún tipo de titubeo, reiteramos que las negociaciones serán un fracaso total porque así lo han dicho los productores. No se puede sacrificar la economía panameña en un acuerdo donde se buscan beneficios de ambas partes, no de un sólo bando.
Serenidad y profesionalismo son las palabras que deben conocer claramente los representantes de los casi tres millones de panameños que esperan salir ganando es esta vuelta. Nadie aceptará un acuerdo que no nos beneficie.
No hay que intimidarse de que las conversaciones se realizarán hoy en Los Angeles, Estados Unidos. Esto no es como un partido de fútbol, donde el de casa lleva la ventaja de recibir el apoyo de la fanaticada. Aquí no hay porristas de ningún bando, así que las cosas están parejas por ese lado, por ello insistimos en que el profesionalismo de nuestros representantes debe ser como lo esperamos todos: de altura.