No podemos seguir ignorando lo que está sucediendo con la vida de nuestros trabajadores panameños: Cada año ocurren más accidentes en las construcciones de nuestro país, que cobran la vida de muchos panameños.
En algunos casos, la culpa puede ser de la empresa y en otros casos, el trabajador fue descuidado al manejar el equipo de seguridad.
Si bien es cierto, es deber tanto de la empresa como del trabajador velar por su seguridad mutua; a veces ocurren eventos que no dependen directamente de uno o del otro, por lo que ocurren estos terribles accidentes. Puede darse el caso de que el supervisor no haya llegado a tiempo y el trabajador empiece a laborar sin la supervisión de éste; que el supervisor no le preste la debida atención a la forma cómo los trabajadores se colocan el equipo.
Es primordial que tanto la empresa como los trabajadores se asesoren y asistan a seminarios, charlas, cursos u otro tipo de actividades que ofrecen entidades como la CAPAC, la SUNTRACS, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Salud, que buscan mejorar las condiciones de vida y de seguridad del trabajador panameño.
De esta forma se podría mejorar día a día la relación laboral que existe en las construcciones, ya que en algunos casos es muy tensa, lo que provoca un descontento en ambas partes y lleva al empleador a prescindir de los servicios del trabajador, lo que provoca una serie de consecuencias desastrosas, en el caso del trabajador: problemas en el hogar, alcoholismo, matrimonios separados y una serie de enfermedades psicológicas que no pueden observar a coto plazo; y en el caso del empleador, atraso en el proyecto, diferencias con el trabajador, problemas con el sindicato si éste está afiliado al mismo, entre otras cosas.
Debemos considerar al trabajador y a la empresa como un dúo, que se necesitan mutuamente y que la actuación de cada uno afectará el trabajo y la vida del otro.
Por ello, hacemos un llamado al trabajador panameño y a la empresa a que se sensibilicen.