A fin de aprobar una serie de proyectos pendientes en la Asamblea Legislativa, el pleno ha sido convocado por la Junta Directiva para sesionar de lunes a sábados.
La disposición busca evacuar la mayor cantidad de proyectos antes del primero de septiembre cuando inicia el nuevo período legislativo y así dar cabida a las nuevas iniciativas parlamentarias.
La asamblea previo y después de las pasadas elecciones celebradas el 2 de mayo ha mostrado un marcado ausentismo por parte de los legisladores, situación que ha paralizado la discusión y aprobación de una serie de proyectos.
Se ha optado por cambiar las reglas del juego que dispone que los legisladores sesionen de forma obligatoria de lunes a jueves, para que permanezcan hasta el sábado discutiendo proyectos.
La norma fue emitida antes del torneo electoral, estableciendo que los legisladores tienen que sesionar los viernes y los tres sábados de junio
Algunos sectores de la sociedad civil han cuestionado el ausentismo de los legisladores y han planteado la necesidad de reducir el número de parlamentarios mediante una reforma constitucional.
Algunos han sugerido la eliminación de los legisladores suplentes, cuya responsabilidad es remplazar al principal cuando este no pueda acudir a sus compromisos en la asamblea, porque al parecer en la práctica está norma se incumple.