Como era de esperarse, la oposición venezolana logró obtener el número necesario de firmas (un 20% de la población votante) para efectuar un referendo revocatorio contra Hugo Chávez.
Se espera que el próximo 8 de agosto Venezuela celebre este esperado evento electoral que definirá el futuro político de la nación bolivariana y del quinto productor mundial de petróleo.
Empero, aunque parezca todo lo contrario, Chávez tiene ciertas ventajas en su favor para vencer a los opositores organizados en la denominada Coordinadora Democrática.
Primero, está en el poder y controla enormes recursos financieros para convencer a las masas de que su gobierno es de índole populista.
Segundo, Chávez tiene el aura de líder que sortea adversidades, tras la asonada golpista del 11 abril de 2002, cuando un grupo de políticos derechistas y militares lo derrocó por 48 horas.
Tercero, y lo más determinante, es que la oposición venezolana parece fragmentada frente a las fuerzas chavistas, concentradas en el Movimiento Quinta República.
Lo anterior, divulgado por corresponsales de las agencias de noticias como CNN y Deutsche Welle, son un aviso de alerta de que las cosas no se pintan tan fáciles para la Coordinadora Democrática.
Desde hoy hasta el día 8 de agosto, tanto opositores como chavistas realizarán multitudinarias concentraciones populares para convencer a los indecisos, que son muchos, con el fin de que se destrone a Chávez y su gobierno, acusado por sus destractores de intentar la "cubanización" de Venezuela.
De perder el mandatario izquierdista el referendo, Venezuela tendrá que convocar elecciones presidenciales. Sino, habrá Chávez hasta el año 2006, cuando termina su gobierno.