El Papa Juan Pablo II le dijo al presidente estadounidense, George W. Bush, que Irak tiene que recuperar rápidamente la soberanía y condenó las vejaciones a prisioneros iraquíes por parte de las tropas estadounidenses.
"Es el deseo evidente de todos que esta situación se normalice ahora lo más rápido posible con la participación activa de la comunidad internacional y, en particular, de la ONU, a fin de asegurar una rápida devolución de la soberanía de Irak", dijo el Papa.
Decenas de miles de personas, vigiladas por la policía, se manifestaron en Roma, la capital italiana, contra la visita del presidente Bush y muchos pidieron la retirada de los soldados italianos de Irak.
Se registraron algunas refriegas con la policía.