Entre el ir y venir de los cientos de personas que hacen compras o transitan por el área comercial de Calidonia, en el corregimiento de del mismo nombre, continúa mantenida sobre sus bases las afectadas estructuras de lo que fue el almacén "Banana Price".
Como mudo testigo de una de las calamidades aéreas más grandes ocurridas en Panamá durante los últimos años, el "Banana Price" y sus áreas colindantes continúan vedadas al público.
No son pocos los curiosos que continúan apersonándose al sitio, con ellos y en vigilia permanente siguen decenas de buhoneros y propietarios de kioscos que exigen a las autoridades que les indemnicen, pues las pérdidas que han tenido desde el pasado jueves, día de la tragedia, han sido muchas, ya que para gran cantidad de ellos, esos puestos de ventas informales eran el único sustento del hogar.
Es por ello que llevados por la desesperación, medio centenar de buhoneros cerraron el lunes en la tarde la avenida para exigir al gobierno que le repongan las pérdidas tenidas y les permitan un pronto retorno a sus locales.
El viceministro de Gobierno y Justicia, Severino Mejía, en una reunión que sostuvo con los afectados la mañana de ayer, martes, les prometió que cada caso va a ser estudiado para ver cómo se les puede apoyar.
Del otro lado de la tragedia que costó la vida a 11 personas: 6 chilenos y 5 panameños, están los vecinos de Calle Q y la avenida de Calidonia, a quienes les es difícil sobreponerse al impacto emocional que la tragedia les dejó.
Entre ellos, está una residente de un edificio contiguo al almacén, que comentó que muchas veces no puede dormir porque tiene la sensación que algo va a pasar y que la tragedia puede volver a repetirse ya sea con un helicóptero u otro aparato más grande.
Ella no es la única. El lunes, en medio de la protesta de los buhoneros, varios de ellos agarraron el susto de sus vidas al oír a un helicóptero policial que sobrevolaba el área. Pensaron que la historia se repetiría.
Seis días después de la tragedia, el edificio del "Banana Price" se encuentra a la espera de lo que dictaminen las autoridades, pues la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos de Panamá no ha dictaminado si las estructuras están aptas para ser utilizadas nuevamente.