Padres de familia de la Escuela Federico Boyd de Capira, están preocupados y disconformes con el sistema de recuperación de clases a través de módulos, debido a la contaminación con fibra de vidrio que hay en el plantel.
La preocupación consiste en que a estas alturas no tienen idea de en qué fecha vayan a retornar a clases los estudiantes.
El cierre de la escuela también está afectando a los propietarios de buses colegiales, porque algunos padres de familia no están dispuestos a pagar el servicio durante todo este tiempo que la escuela está cerrada.