Es una dama sencilla, de hablar pausado.. Siempre intenta entregar lo mejor de sí, ya sea en un emocionante combate de esgrima o en su consultorio de la Policlínica Susana Jones de la Caja de Seguro Social, en Villa Lucre, donde atiende a sus pacientes.
Yesika Jiménez, doctora de profesión y esgrimista de corazón, es un valioso ejemplo de que, en la vida, para alcanzar los sueños siempre se requiere una cuota de sacrificio, y de una voluntad de hierro capaz de resistir las más incómodas adversidades cotidianas.
Trabajar, estudiar y entrenar no es nada fácil nos recuerda la espadachín.
Hace poco más de un año, Jiménez obtuvo su doctorado en medicina general por la Universidad de Columbus, y el pasado mes de abril, sorprendió a propios y extraños al clasificarse a los Juegos Olímpicos de Beijing de agosto próximo, hazaña que realizó en Querétaro, México. Así, esta chica se sacaba la espinita que tenía clavada desde el 2004, año en que no pudo obtener su boleto a la cita olímpica de Atenas, Grecia.
Pero para Jiménez, aquí no acaba todo. Ella no se conforma, pues su filosofía consiste en que como seres humanos siempre tenemos que trazarnos nuevas metas, para que nuestras vidas redescubran, día a día, su verdadero sentido.
Yesika respondió a cada pregunta de Crítica. Ella conversó sobre su pasado, presente y futuro..
¿Cuándo empezó su romance con la disciplina de la esgrima?
"Eso ocurrió a los 12 años, cuando estaba en el Colegio María Inmaculada, donde hay un equipo de esgrima. Simplemente me gustó y, desde aquel entonces, no he parado de practicarla".
¿Quién fue su primer entrenador?
"Fue el profesor Rafael Harris".
¿Cuál ha sido el momento más difícil de su vida?
"No he tenido momentos muy duros, gracias a Dios y a mis padres mi vida ha transcurrido, puede decirse, que normalmente".
¿Su clave del éxito?
"Perseverar, luchar por mis metas, estoy consciente de que en la vida siempre habrá obstáculos".
¿Imaginó usted que se clasificaría a Beijing de manera invicta?
"Bueno, yo me preparé para ganar y gracias a Dios todo me salió bien en Querétaro, México".
¿Qué cree que hay que cambiar en el deporte panameño?
"Pienso que la misma dirigencia debe mejorar; aunque estructuralmente creo que hemos avanzado, pero insisto, los dirigentes deben cambiar".
¿A qué atletas extranjeros admira?
"No, no tengo predilectos".
¿Algún atleta del patio en especial?
"Creo que lo que está haciendo Irving Saladino es maravilloso, es algo que sirve de inspiración a los demás, incluyéndome a mí".
¿Qué consejos usted le daría a la juventud?
"Que estudien, se gradúen, que busquen una profesión. Que no abandonen los estudios con el pretexto del deporte; si uno se esfuerza puede hacer ambas cosas".
Después de los Juegos de Beijing, ¿usted dejará la espada?
"Eso no lo he decidido, pero puedo adelantarle que el que yo siga en este deporte dependerá mucho de cómo evolucione la crisis dirigencial en el Comité Olímpico de Panamá".
¿Le seduce la idea de asistir también a los Juegos de Londres 2012?
"Claro que sí, me gustaría ir a Londres, los Juegos Olímpicos siempre son una gran meta para todo deportista, no sabe cuánta emoción siento por saber que voy a competir en Beijing".
¿Dónde nace el amor por la medicina?
"Era un sueño que tenía desde pequeña".
Ya obtuvo su doctorado, ¿hasta allí llegaron sus estudios?
"No, aún me falta mucho por aprender. Quiero seguir estudiando, mi próximo objetivo es especializarme en medicina física y rehabilitación".
¿Cómo piensa que le irá en Beijing?
"No sé, las rivales europeas son muy difíciles, pero tenga por seguro que saldré a combatir con todo. Quiero tener la mayor cantidad de fogueos posibles para que en Beijing las cosas se me hagan un poco más fácil".