Querido(a) Hermano(a): En este último domingo de Pascua, Solemnidad de la Ascensión del Señor, la Fundación Pro-Fe, mediante las sabias palabras del Papa Juan Pablo II, te invita a ser testigo del mandato de Jesús "Id por el mundo entero pregonando la Buena Noticia a toda la humanidad" (Mc.16,15).
LOS DOS SIGNIFICADOS DE LA ASCENSIÓN
El Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios" (Mc16,19). La fiesta de hoy nos invita, en primer lugar, a meditar sobre el alcance del misterio que celebramos. ¿Qué significa que Jesús subió al cielo? "Se sentó a la derecha de Dios": éste es el significado primordial de la Ascensión. Jesús resucitado entra plenamente, también con su naturaleza humana, a formar parte de la gloria divina, más aún, a participar en la actividad salvífica de Dios.
Cristo no sólo es nuestro jefe, sino también el "Pantocrator", el que ejerce su señorío sobre todas las cosas. Pues bien, todo esto tiene un alcance muy concreto para nuestra vida. Sin embargo, existe aún otro aspecto esencial, claramente expresado en la primera lectura y en el Evangelio: "Seréis testigos míos... hasta los confines del mundo" (Hch 1,8). "Id por el mundo entero pregonando la buena noticia a toda la humanidad" (Mc 16,15).
Existe un deber de ser testigos, que dimana directamente de nuestra fe. No se puede celebrar la exaltación de Jesucristo y después llevar una vida no comprometida, ignorando su consigna suprema.
La Ascensión nos recuerda que la sustracción de Jesús a la percepción sensible de sus discípulos tiene como objetivo también dejarles el sitio, que prosigan dentro de la historia su misión y remeden su celo pastoral y su entrega misionera, aun cuando esto vaya acompañado de no pocas debilidades. No es casualidad que, según el relato de los Hechos, acontezca al poco tiempo Pentecostés, con el don del Espíritu Santo, que marca el comienzo de la historia misionera de la Iglesia.
Reflexión del Papa Juan Pablo II, tomada del libro "Conmigo Día Tras Día". Dios te bendice por solidarizarte con la obra Pro-Fe de tu Iglesia Católica, en bien de tus hermanos más necesitados Reflexión del Papa Juan Pablo II, tomada del libro "Conmigo Día Tras Día". |