logo critica

seccionesEl Panama Americaotras publicacionesprimera planaportadanacionalesprovinciasdeporteslatinoamericacomunidadreportajesrelatosvariedadescronica rojahoroscopoespacioediciones anterioresbuscador de noticias

 

home

opinion


A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
Gobernantes laboriosos

linea
Fermín Agudo Atencio

La política nuestra es realmente una pasión, vista a través del lente aritmético de la precisión, es para algunos, un deseo aberrante y desbordado, para otros un camino amplio colmado de satisfacciones ilimitadas y placenteras. Cada quinquenio, centenares de personas, salen de sus hogares, pidiendo de casa en casa la dispensa del voto, poniendo a girar la compleja ruleta de la suerte, para ver si salen favorecidos por la tendencia electoral.

La parte triste de toda esta jornada, consiste en que aquellos que salen favorecidos jamás vuelven a las comunidades que los eligieron, es a manera de un pasaporte sin retorno. Me he identificado con la máxima que para ser presidente de un país, no se necesita esmerados títulos, suficiente con poseer: amor al prójimo, buena voluntad y trabajar para las grandes masas de desheredados de la vida.

No hay que ser un genio, para saber darle la espalda a un pueblo. Esconderse es el privilegio de los que carecen de carácter y no tienen la firmeza de encarar el compromiso contraído. Todos somos panameños, razón de peso que nos induce a comprendernos a cabalidad, estemos bajo el amparo de cualquier tolda política social o económica. La inquina debe estar ausente en el ánimo de todo conductor de un pueblo, si en la práctica no pasa de ser un simple politiquero.

Soy apolítico, esta condición me permite abrir un compás inconmensurable, para tener el derecho, con respeto, para hablar con claridad meridiana, particularidad que priva a todo aquel que tiene la boca llena. Quiero referirme a tres políticos criollos, que a mi modo de ver están trabajando, para ser conducidos en andas hacia la consagración y el renombre, son ellos: la Excelentísima Presidenta Mireya Moscoso, Juan Carlos Navarro y Rubén Darío Campos.

Sra. Mireya: El Estado no puede ser un ente paternalista, pero sí, una institución armónica que conjugue sanos propósitos, tendientes a mejorar la situación de las comunidades pobres. Digo esto porque el ciudadano común siempre ve al político como un redentor de precariedades; panacea de todas las calamidades. La vi en la recolección de la basura y sobre este tema le diré que esto es cuestión de educación, el culto sabe cuáles son sus derechos y deberes sociales. Crear leyes que beneficien a todos los grupos sociales es un indicador infalible de madurez política.

Sr. Juan Carlos Navarro: Es una obra didáctica su trabajo. Con esa dinámica nos está enviando un mensaje, quiere ver la ciudad como una delicada tacita de oro. Jamás en la vida había visto tan sorprendente espectáculo; un hombre que proviene de una clase cosial atractiva, admite una actitud pueblerina, haciendo limpieza, como cualquier hijo de vecino.

Sr. Rubén Darío Campos: Alcalde de San Miguelito. Es un funcionario diligente, está empeñado en hacer de su comuna la envidiable prenda digna de ser imitada, erradicando hechos bochornosos que han empañado en el pasado, algunos sectores de esa sociedad. Todos en el distrito deben cooperar con su alcalde no lanzando a los ríos y quebradas objetos que puedan obstruir el paso libre de las aguas. Propuesto a sanear todas las vías que conducen al libertinaje-anárquico; sabe bien que se debe empezar por la limpieza del alma.

 

 

linea

volver arriba

 volver atras


AYER GRAFICO

Imagen foto

Willie Colón, trombonista boricua triunfa en el gimnasio Nuevo Panamá

CREO SER UN BUEN CIUDADANO

Sin embargo, no presto atención a los detalles

OPINIONES
Editorial
Reflexiones


 

 


 


PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | RELATOS | VARIEDADES | CRONICA ROJA | HOROSCOPO | SOCIALES | EDICIONES ANTERIORES | BUSCADOR DE NOTICIAS | OTRAS SECCIONES

linea
linea gris

bandera de Panama 

 

Copyright 1995-2000, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A., EPASA