La Miel, pueblo fantasma por temor a la
violencia

Agencia REUTERS
Crítica en Línea
Cientos de panameños
abandonaron ayer las 43 viviendas del poblado de La Miel, en Kuna Yala,
temiendo una violenta confrontación de guerrilleros y paramilitares
colombianos.
Unos 500 rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) se han estado ocultando en áreas aledañas a La Miel,
Armila y otras aldeas costeras del Caribe, a poca distancia de la frontera
con Colombia, dijeron los campesinos.
"Aquí en la frontera con Colombia se puede formar una guerra
entre los paramilitares y los guerrilleros. No tenemos defensa y por eso
migramos", dijo "Justicio", un maestro en la población
de La Miel.
Sólo unos 500 metros separan La Miel, de la población colombiana
de Zapsurro, las FARC atacaron hace tres semanas un retén policial,
matando a un agente. El temor que ha llevado a los aldeanos a embarcar sus
pertenencias y hasta animales domésticos en estrechas canoas para
desafiar las embravecidas aguas del océano no es provocado por la
presencia de la guerrilla.
El miedo nace de la amenaza de que los civiles queden atrapados entre
el fuego cruzado de las FARC y los paramilitares, dijo Ernesto, un pescador
de La Miel.
La Miel quedó ayer tarde como un pueblo fantasma. Sólo
dos perros y algunos periodistas se quedaron, mientras que los pobladores
se trasladaron a Puerto Obaldía y Colón.
El maestrro Idelfonso González dijo que en el pueblo no hay autoridades
ni policías, pero sí hay presencia de muchos hombres armados.
Sin embargo, el jefe policial José Luis Sosa aunque reconoció
que como todos tiene "miedo"- negó que haya retirado a
los agentes de la zona. Todos tenemos miedo, pero no me voy a prestar para
"crear más miedo", añadió.
Si hay algún problema tendremos que actuar, pero no puedo inventar
combates en el aire, manifestó Sosa, mientras cuestionaba a residentes
del área fronteriza que comercian y simpatizan con la guerrilla y
luego tienen miedo a la llegada de los paramilitares.
Por su parte, la ministra Mariela Sagel tomó a broma la invitación
del legislador Enrique Garrido para quedarse una noche en La Miel, alegando
que eso era como una "propuesta indecente".


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