El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció ayer la creación de una comisión para investigar el vertido de petróleo en el Golfo de México y evitar futuras catástrofes, mientras la marea negra y la frustración avanza.
En su discurso de todos los sábados, Obama reiteró que su Gobierno "hará rendir cuentas" por el desastre a BP y a las otras empresas envueltas en las operaciones de la plataforma -Hailliburton y Transocean Ltd- para que paren el vertido, reparen el daño ocasionado e indemnicen a las personas que han sufrido perjuicios.