Una alimentación rica en vitaminas aumenta las defensas del organismo y previene de enfermedades e infecciones. La vitamina C es la más adecuada para aumentar las defensas.
Pero, además de la alimentación, el uso de una fitoterapia adecuada con plantas medicinales incrementan la inmunidad fortaleciendo las defensas para que no sucumban tan fácilmente ante enfermedades bacterianas propias del invierno como por ejemplo: resfriado, faringitis, bronquitis, entre otras.
Entre las principales plantas medicinales para fortalecer el sistema inmune está la uña de gato.
Prevenir gripes, resfriados, dolores de garganta y otros problemas asociados a las bajas defensas son tareas para la que la uña de gato es ideal, pues sus alcaloides permiten estimular las capacidades destructivas de los glóbulos blancos ante la aparición agentes externos.
La equinácea también tiene sus virtudes en relación a esto. Sus propiedades antimicrobianas la vuelven uno de los mejores antibióticos naturales, pues gracias al ácido cafeico y chicórico que contiene la equinácea es posible matar bacterias dañinas y estimular nuestro sistema inmune.