Viaje de Zedillo refleja nueva etapa para
hispanos en California
EU
EFE
El viaje de Ernesto Zedillo
a California, el primero de un presidente mexicano en 35 años, refleja
una mejora en las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos
y marca una nueva etapa en la presencia hispana en la política de
este estado.
Atrás quedan los años de tensiones entre México
y California, separados por una frontera aunque unidos por el origen hispano
de un tercio de los californianos y por la broma popular de que "Los
Angeles es la segunda ciudad más poblada de México".
Zedillo ha querido remarcar este acercamiento, iniciado gracias a la
elección del demócrata Gray Davis como el nuevo gobernador
de California, puesto que consiguió con la ayuda del voto hispano.
"Hace pocos años esta bienvenida no hubiera sido posible",
indicó Antonio Villaraigosa, portavoz de la asamblea de California
e hijo de inmigrantes mexicanos, en referencia no sólo a la presencia
de un presidente de México por primera vez en esta cámara,
sino también al número de representantes hispanos en cargos
de la política californiana.
Las relaciones entre California y México alcanzaron el punto más
alto de sus tensiones con medidas electoralistas como la proposición
187, acusada de anti-inmigrante por negar la asistencia social del estado
a aquellos que no pudieran probar su situación legal en el país.
Desde su llegada al puesto de gobernador, Davis ha intentado mejorar
las tensas relaciones dejadas por su predecesor, Pete Wilson, incluyendo
un viaje a México el pasado febrero en el que cursó su invitación
a Zedillo para visitar California.
"Traigo un mensaje de afecto ante el nuevo entendimiento que México
y California están construyendo, tanto a nivel económico como
social, y que sale del mutuo respeto por llevar nuestro pasado conjunto
hacia el nuevo milenio", resumió Zedillo.
Sin embargo, el espíritu de unidad pregonado por el mandatario
mexicano parece estar lejos de ser una realidad.
Su visita llega en un momento en que la clase política hispana
en California tiene sus dudas sobre los buenos propósitos de Davis,
ante su negativa a poner fin a la demanda que pesa sobre la polémica
Proposición 187, dejando que el debate sobre la legalidad de la asistencia
a los inmigrantes siga viva.
Zedillo también ha traído a California sus propios problemas
y mientras en la asamblea de California habló de las mejoras económicas
y sociales de su país, en la puerta, los manifestantes le acusaban
de cometer los mayores abusos de los derechos humanos en el continente,
de acuerdo con Amnistía Internacional.
El viaje de tres días de Zedillo a California también incluye
visitas a San Francisco, Los Angeles y San Diego, una gira que los medios
de comunicación señalan que está teniendo una cobertura
más propia de un encuentro entre jefes de estado que de una mejora
de los lazos con el estado vecino. Si ante la cámara de la asamblea,
Zedillo habló en español de unidad y de acuerdos políticos,
ante el grupo de empresarios con los que se reunió en San Francisco
sus palabras fueron en inglés y su discurso incluyó cifras
económicas.
Entre ellas, recalcó una vez más, la fuerte presencia de
México en las relaciones comerciales del estado de California que,
dijo, tienen ahora "un nuevo comienzo", según Zedillo.
En Los Angeles, el presidente mexicano visitará la escuela elemental
Breed, donde el 90 por ciento de los estudiantes tienen sus raíces
familiares en México y donde Zedillo y Davis leerán historias
en español y en inglés para reflejar la diversidad cultural
que existe en esta ciudad.
Zedillo también será recibido en la estación de
Los Angeles y disfrutará de una recepción ofrecida por el
ayuntamiento de la ciudad antes de dirigirse a toda California gracias a
una retransmisión en la cadena hispana Univisión.
Su viaje concluirá en San Diego, donde el presidente visitará
la zona fronteriza y se entrevistará con empresas de ambos lados
de la frontera.

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