El desenlace de la Copa del Rey, que tendrá lugar en el Camp Nou de Barcelona, será una final inédita entre dos históricos, el Atlético de Madrid, que buscará el doblete en esta campaña tras el éxito de la Liga Europa, y un Sevilla FC que ansía levantar su sexto título en los últimos cuatro años.
Un ambiente espectacular, con unos cuarenta mil espectadores por cada equipo, añade más ingredientes a un partido que promete fútbol, intensidad y tensión en un nuevo capítulo de la máxima rivalidad de los últimos años entre ambos conjuntos, de los que hoy saldrá el campeón de la presente edición de la Copa.
El club sevillista inició en 2006 un exitoso cambio de rumbo después de casi medio siglo con más pena que gloria, y al título de campeón de la Copa de la UEFA logrado en Eindhoven (Holanda) le sucedieron con una asombrosa celeridad otros, hasta cinco en las seis finales que ha disputado desde entonces.
La Supercopa de Europa de 2006, la Copa de la UEFA de 2007 y, en ese mismo año, la Copa del Rey y la Supercopa de España, racha que se truncó pocos días después de la muerte del recordado Antonio Puerta en la Supercopa de Europa ante el Milan en agosto de 2007.
Ahora, y tras lograr su segunda clasificación consecutiva para disputar la Liga de Campeones, el equipo hispalense afronta, dos años y nueve meses después, otra final, la de una Copa de España que ha ganado cuatro veces en las seis ocasiones que la ha jugado.