Adolfo "Yomy" Valencia, de 11 años, perdió la vida al ser succionado por una bomba de agua de un sistema de riego en una empresa en el sector cañero de Natá.
El niño residía en la barriada San Juan de Dios, en Natá.
El hecho lamentable se registró ayer, viernes, a eso de las 3:00 de la tarde cuando el niño fue con su hermanito a bañarse en el estanque donde se encuentra la bomba de agua que succiona para llevar el líquido a los sembradíos de caña.
De pronto el diésel de la bomba se acabó y eso hizo que se detuviera repentinamente. Sin dar tiempo a reaccionar, uno de los menores fue succionado y arrastrado por el gran tubo.
El niño llegó hasta el río, pero al colocarle diésel a la bomba, ésta nuevamente lo succionó y lo dejó golpeado, con heridas, en el estanque. Ya estaba sin vida.
Diomedes Valencia, tío del niño, dijo que él y otro compañero del menor estaban trabajando en la construcción de una instalación para un tanque y de repente escucharon el grito de uno de los niños que decía que su hermanito era succionado por la bomba de agua que abastece a los cañaverales de Natá.
Los niños regularmente se bañaban en ese sector, pero en los canales donde no representa peligro, sin embargo, en un descuido del tío los pequeños se metieron a la gran tina y en cuestión de minutos, uno murió.
El cuerpo del niño fue recuperado por el tío y otros compañeros que se encontraban en el sistema de riego; lo llevaron en un vehículo hasta donde los bomberos lo encontraron, pero ya estaba muerto desde que salió del tubo de la bomba de succión, pues recibió varios golpes en el cuerpecito.
El cadáver del menor fue trasladado a la Policlínica de Natá.
La familia está desconsolada. El padre del menor llegaba del trabajo y se encontró con la trágica noticia. Se quedó en la entrada del Cuarto de Urgencias de la Policlínica con el cuerpo de su hijo tirado en el suelo hasta que llegó el carro fúnebre y la personera de Natá levantó el cadáver.