Eduardo Valdés Escoffery estuvo en la tarjeta de tiro. En el discurso de proclamación de Martín Torrijos como presidente electo, el magistrado repitió la frase "Sí se puede" que utilizó en su campaña el perredista. Las críticas le llovieron como una cascada al magistrado.
Un afable Eduardo Valdés nos abrió las puertas de su despacho y hasta su corazón, para contarnos parte de sus experiencias acumuladas al frente del Tribunal Electoral, durante catorce años.
Recordó que llegó a un Tribunal Electoral totalmente desacreditado. Habían anulado las elecciones de 1989, en que la oposición encabezada por Guillermo Endara había derrotado en proporción de 3 a 1 al oficialismo.
Valdés dijo a Crítica que abandonará la institución con la satisfacción de haber cumplido una misión con el respaldo de Dennis Allen y Erasmo Pinilla. Juntos "nos convertimos en un triunvirato" para defender la institucionalidad de la entidad, ante las administraciones gubernamentales". El período oficial de los tres concluye en noviembre del 2006.
Ahora dedicará más tiempo a su hijo menor, brindar consultorías en materia electoral a otras naciones, y afinar sus obras literarias que tiene inéditas como "Kulagangri", género de ciencia ficción que hace referencia a un sujeto que tiene la capacidad de viajar a la cuarta dimensión. Esta obra fue presentada en el Concurso de Literatura Ricardo Miró, la misma gustó a los miembros del jurado, "pero no lo suficiente para ganar", dijo.
Con 62 años de edad, siete hijos, graduado en Economía y Derecho en la Universidad Javeriana de Bogota y la Universidad de Panamá, Valdés Escoffery optó por no correr a la ratificación en el cargo, aduciendo que es una persona "inquieta".
"Yo me voy por mi propia voluntad. Voy a buscar otras oportunidades, Me siento joven. No he tomado vacaciones en todos estos años. Eso será el ahorro que nos vamos a llevar los magistrados", dijo en broma.
El magistrado reveló que su propósito al llegar a la institución, fue demostrar que se era capaz de cambiar la vergüenza que teníamos en materia electoral, donde uno podía contar con los dedos de las manos las elecciones honestas.
¿ DONDE NACIO?
Nací en Panamá el 4 de noviembre de 1942. Soy egresado del Colegio La Salle. Provengo de una generación de abogado, mi padre es abogado, mi abuelo y mi bisabuelo.
La infancia la desarrollé en una finca en Chiriquí, que tenía mi abuelo Escoffery cerca del hato de Volcán. Me crié viendo la ganadería y lechería. Me gustaba mucho levantarme en la madrugada para arriar el ganado, ordeñar en la oscuridad. Fue una experiencia de joven muy interesante.
¿FAMILIA E HIJOS?
Tengo siete hijos, y de mi último matrimonio con Irene Perurena tengo uno de siete años, y le ahora le puedo dedicar el tiempo que no pude darle a mis hijos, cuando estaba joven. Cuando uno está joven no aprecia la necesidad que tienen los hijos sobre la necesidad de la calidad del tiempo. ¿Qué hacía antes de ser magistrado?
Tenía una firma de abogados, que heredé de mi padres, y hoy al frente de ésta se mantienen mis hijos.
¿CUALES SON SUS PASATIEMPOS?
Ir al cine, divertirme con mi familia en el campo. Vamos mucho a El Valle de Antón. Yo siempre he sido creativo, y asiduo del género ficción y acción. Tengo una serie de obras tipo acción y misterio que no las he impreso. Tengo un par de novelas. Participé en el Premio Miró; les gustó a los jurados, pero no lo suficiente para ganar. Traté de publicarla y a la editorial Planeta le gustó la mitad del libro, y me dijo que tenía que mejorar la segunda. Yo he estado tratando.
¿CUALES FUERON LOS MOMENTOS MAS DIFICILES?
El problema de la recedulación. La gente se olvida, pero en noviembre y diciembre del 2002 se desató un escándalo con las tarjetas plásticas bases que se hacían para imprimir las cédulas. Nosotros tomamos la decisión de reemplazar con una nueva tecnología, 750 mil cédulas. La inmensa mayoría decía que no lo podíamos hacer. Fue algo que nos sorprendió porque no estábamos preparados para enfrentar ese proyecto, faltando año y medio para las elecciones.
El Tribunal reaccionó, se organizó, se preparó y logramos trabajar 24 horas al día con una fábrica ampliada en la producción de cédulas y logramos cumplir. Fuimos capaces de cumplir.
¿HAN SIDO VICTIMA DE PRESIONES?
Los magistrados siempre hemos estado unidos para defender la institucionalidad frente a todas las administraciones que hemos tenido que lidiar.
¿SE LE CUESTIONO MUCHO POR INCLUIR LA FRASE "SI SE PUEDE" EN EL DISCURSO DE PROCLAMACION DEL PRESIDENTE ELECTO MARTIN TORRIJOS?
Eso estaba escrito previamente así. Empleé el slogan para comprometerlo a él en un desafío. Primero yo no estoy hablando al candidato sino al presidente electo. Era un reto que estaba lanzando para demostrar que sí se puede soñar, sí se puede cumplir y tener esperanzas. Era un sí a nosotros como país.
Recordé que a lo interno del Tribunal Electoral llegamos a una institución totalmente desprestigiada, y que Martín Torrijos como presidente tiene un compromiso con el país, de demostrarle como decía en su campaña que, sí se puede.
Se lo puse diplomáticamente a través de su slogan, porque uno no puede retar a un presidente abiertamente.
Tengo 14 años de estar demostrando mi imparcialidad, y no son unas palabras las que van a poner en duda 14 años de hechos. Nosotros hemos hecho con esta institución lo que no ha logrado ninguna otra. Todas las instituciones están desacreditadas excepto el Tribunal Electoral.
¿ EXTRAÑARA SER MAGISTRADO?
Extrañaré a toda la gente que le di la oportunidad de trabajar en el Tribunal Electoral. Estamos propiciando la carrera electoral, porque después que nuestro país ha invertido tanto tiempo en crear una clase profesional especializada, no nos podemos dar el lujo como país que cambien los magistrados y luego despidan al personal con experiencia.
¿QUE HAY QUE CAMBIAR EN MATERIA ELECTORAL?
Debemos estudiar el uso del voto electrónico en el 2009, porque con un sistema electrónico todo se simplifica. Hay que cambiar el sistema en los circuitos plurinominales para elegir legisladores y la propuesta nuestra es cerrar la lista para que uno nada más pueda votar por el partido y no por la persona, ya que eso es lo que forma el enredo. De manera tal que el orden de los candidatos sea el producto de unas primarias a lo interno del partido y que sea obligatorio.
Además el Tribunal Electoral necesita una reforma para tener una independencia económica y administrativa.