Los productores chiricanos se movilizaron el viernes para protestar por su no inclusión en el proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. En síntesis reclaman excluir 16 rubros de las conversaciones que se adelantan con los norteamericanos.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Panamá. La mitad de las importaciones panameñas provienen del mercado norteamericano y el comercio entre ambas naciones alcanza los 2,000 millones de dólares anuales. Además la inversión norteamericana en territorio istmeño alcanzan los 25 mil millones de dólares.
Negociar con la mayor potencia mundial no es nada fácil. Frente a la perspectiva de que no se concrete para el 2005, el Area de Libre Comercio para las Américas que acordaron la mayoría de los países de la región, el presidente estadounidense George Bush logró que el Congreso lo autorizara negociar por la vía rápida varios TLC con diversos países.
Así fue que se iniciaron las negociaciones de un TLC con cinco países de Centroamérica y el acuerdo en cuestión sirvió de base para lo que hoy se negocia con Panamá.
Los panameños debemos entender que una negociación se este tipo no dejará satisfechos a todos. Habrá sectores que serán afectados y otros beneficiados, pero no podemos excluirnos.
Está bien que los productores se movilicen para exigir que los negociadores panameños logren el mejor acuerdo posible, pero la realidad revela que es difícil sacar mayores ventajas frente a una potencia.
Ante la apertura que nos viene encima, lo mejor es que los productores se preparen para ser más competitivos.