Domingo 9 de mayo de 1999

 








 

 

 


UN MENSAJE AL CORAZON
¿Tiene usted valor?

Mensaje de Mons. Romulo Emiliani

Tenga usted valor para cambiar. Debe tener valor para dar un paso hacia adelante y cambiar aquellas cosas en las que debe cambiar. Ese paso hacia un nuevo mañana, hacia una nueva forma de ser, implica la necesidad del valor; el valor de romper el miedo y lanzarnos a una nueva vida maravillosa y buena.

En 1921 Lewis Lows fue nombrado carcelero en la prisión de Sin Sin. No había prisión más dura que Sin Sin en aquellos tiempos. Veinte años después ese hombre, se jubiló y la prisión se había convertido en una institución muy humanitaria. Era un modelo para las demás cárceles. Cuando le preguntaron a Lewis Lows a qué se debió el cambio, contestó: -se le debe todo a mi esposa Catalina, sepultada fuera de las puertas de esta prisión-. Catalina Lows era una joven madre de tres hijos. Cuando su esposo llegó a ser encargado de la cárcel de Sin Sin, todo el mundo le advertía que no debía entrar en el recinto de la cárcel ni en ningún otro sitio donde tuvieran acceso los prisioneros, porque era muy peligroso. Esto no amedrentó a Catalina. Cuando se jugó el primer partido de baloncesto, insistió en ir e ingresó en el auditorio con sus tres hermosos hijos y se sentó en las gradas junto con los endurecidos convictos. Luego insistió que le permitieran conocer los antecedentes y así empezó esta mujer una labor maravillosa en esta cárcel. Descubrió que uno de los presos era ciego; fue a la celda, se sentó a la par de este hombre y le preguntó: -¿Lee usted Braille? ¿Qué es eso de Braille? -preguntó aquél, -es una manera de leer por medio del tacto- le explicó. -Nunca había oído de este método-, le respondió el preso. Entonces déjeme que le enseñe, y ella enseñó al ciego a leer el sistema Braille. Luego Catalina descubrió que había un sordo mudo en la prisión, de manera que empezó a estudiar el lenguaje de los sordos mudos. Muy pronto pudo enseñarle el lenguaje por medio del uso de las manos. Esta mujer revivió la imagen de Jesucristo en Sin Sin durante los años de 1921 a 1937. Pero un día en el automóvil en que viajaba se estrelló y murió. Todos los presos lo sintieron terriblemente. Al día siguiente su cuerpo fue velado en el ataúd en su hogar a unas cuatro cuadras de la prisión. Cuando el encargado sustituto de la cárcel hacía su ronda de inspección, se atemorizó de ver una enorme multitud de criminales, los más endurecidos y despiadados en la puerta principal. Parecía que esto era un motín, pero estaban llorando. El encargado comprendiendo lo que les pasaba les dijo: Sé muy bien lo que les pasa, pueden ir, lo único que les pido es que regresen. Por primera vez en la vida se abrió la cárcel de Sin Sin y de esa manera un desfile de unos 100 criminales se encaminaron para dar su último saludo a Catalina Lows; fueron sin custodia. Cada uno de ellos regresó esa misma noche y se notificó al encargado de la cárcel. Es impresionante lo que una vida puede hacer cuando se encuentra con el Señor y cuando da un paso adelante sin miedo. Esta mujer maravillosa tenía valor, y porque tenía valor se decidió a hacer algo grande.

Probablemente usted es una persona ya nueva en muchas cosas, pero muchas veces no hace algo nuevo y maravilloso porque tiene miedo. Hay que dejar el miedo y lanzarse hacia adelante. Y yo le pregunto: ¿Cuánto tiene usted de valor? ¿Tiene suficiente valor como para creerle al Señor cuando se acerca y le dice?: Creo en ti, tengo un sueño para tu vida. ¿Tiene usted el valor necesario para dar un paso hacia mañana, para dar un paso hacia la perfección, para romper un cierto vicio o mal hábito? ¿Tiene usted valor suficiente para dar un paso arriesgado, audaz que va a implicar éxito, seguridad, superación, triunfo en la vida? ¿Tiene valor para realizar aquello que hace años para usted es un gran ideal, pero tiene un terrible miedo de dar el paso inicial? ¿Tiene usted valor para romper sus cadenas? ¿Valor para romper sus temores? ¿Valor para romper sus comodidades? ¿Sabe usted lo que es el valor? Ciertamente admiramos cuando vemos los bomberos que acuden a un fuego arriesgando su vida; admiramos el valor de los soldados que defienden su patria; admiramos al policía que lucha contra el criminal para defender la propiedad privada; admiramos el valor de mucha gente heroica, pero el valor no solamente está ahí. En la Biblia se exalta el valor de muchas circunstancias y nos dice: No temas y lánzate, no temas y conviértete, no temas y ama, no temas y perdona, no temas y da de ti a tu prójimo, no temas y conviértete en un profeta, no temas y lánzate a hablar del Reino, no temas dice la palabra.

Hay muchas clases y niveles de valor. Se necesita una buena dosis de valor para amar, porque cuando uno realmente ama a alguien, a algunos o a muchos, queda emocionalmente ligado a esas personas y para eso se necesita una decisión fundamental, un compromiso emocional. Uno se entrega totalmente a otras personas y se necesita mucho valor para amar porque amar significa comprometerse, entregarse, darse y cuando lo hacemos corremos el peligro y el riesgo de que nos rechacen, de que nos traicionen.

Mas sin ese valor, sin ese riesgo, no hay auténtico amor. Y en este mensaje le decimos, vale la pena correr ese riesgo. ¡Vamos! Saque ese valor tan necesario para dar un paso hacia adelante y hacer algo grande y maravilloso. Pídale al Señor que le dé ese valor que le falta y no se olvide, ¡CON DIOS USTED ES INVENCIBLE!

 


 

 

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