EDITORIAL
Ingobernabilidad vs Unidad Nacional
Los resultados electorales
de la consulta pasada ofrecen la paradeja de escoger la integración
del Organo Ejecutivo con los candidatos triunfadores de la nómina
UNION POR PANAMA, mientras entrega la mayoría legislativa al grupo
opositor NUEVA NACION, lo cual se percibe de grave peligro, que encamina
la disyuntiva de alcanzar entendimientos políticos sobre una agenda
de interés nacional, que impida la abusiva contención legislativa
a las iniciativas gubernamentales, y precipite un obstruccionismo insensato,
situación que pudiera conducir a la confrontación callejera
y el reclamo popular airado.
Los sistemas democráticos reclaman la existencia de oposición
a sus iniciativas, para así darle plenitud de cumplimiento al libre
juego de ideas, opiniones y preferencias que los caracteriza; sin embargo,
cuando el enfrentamiento político de ambas instancias se acrecienta
con gravedad y conduce a estadios de ingobernabilidad, se propicia el surgimiento
de otras fuerzas sociales e instancias que solventan la crisis.
De esa manera ocurrió con el régimen del fallecido presidente
Salvador Allende Gossens, cuyas iniciativas enfrentaron oposición
cerrada en el Congreso chileno que concluyó en los eventos trágicos
donde perdieran la vida miles de ciudadanos de esa nación; esta realidad
nos conduce a proclamar la urgencia de alcanzar una concertación
que en unidad nacional eleve los problemas de desempleo, pobreza, reversión
canalera, manejo fiscal y financiero, y otros, al esfuerzo y la responsabilidad
compartida que sirva al país, y no a intereses parroquiales y pequeños
de coyuntura.
En tal derrotero las figuras que se designen en los puestos de cúspide
ministros, directores, gerentes, asesores- deben responder a perfiles
propios de la tolerancia, el equilibrio, la serenidad de juicio, la amplitud
de criterio, y sobretodo, una decidida vocación de servicio para
el desempeño de sus funciones sensitivas.
De igual manera, quienes alcancen la representación colectiva
de la Asamblea Legislativa, deben responder a similar perfil; y asimismo
las proclamas pesimistas, revanchistas y descomedidas han de cesar dejando
en el olvido ofensas, recelos y contrapelos, impidiendo que los exaltados
y sus corifeos deterioren este momento de historia panameña que merece
la mayor lucidez, claridad y fortaleza, al materializar el recobro pleno
de la soberanía en la geografía conculcada y la responsabilidad
de la administración exitosa del negocio interoceánico del
Canal.
Es evidente que la Unidad Nacional es el camino patriótico; la
ingobernabilidad sería una traición maligna al proyecto nacionalista
que robustece el carácter patrio en el inicio del Tercer Milenio.


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AYER GRAFICO |
Entierro de "Montecarlo", primer ganador panameño del clásico
del Caribe |


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