Domingo 9 de mayo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Ingobernabilidad vs Unidad Nacional

Los resultados electorales de la consulta pasada ofrecen la paradeja de escoger la integración del Organo Ejecutivo con los candidatos triunfadores de la nómina UNION POR PANAMA, mientras entrega la mayoría legislativa al grupo opositor NUEVA NACION, lo cual se percibe de grave peligro, que encamina la disyuntiva de alcanzar entendimientos políticos sobre una agenda de interés nacional, que impida la abusiva contención legislativa a las iniciativas gubernamentales, y precipite un obstruccionismo insensato, situación que pudiera conducir a la confrontación callejera y el reclamo popular airado.

Los sistemas democráticos reclaman la existencia de oposición a sus iniciativas, para así darle plenitud de cumplimiento al libre juego de ideas, opiniones y preferencias que los caracteriza; sin embargo, cuando el enfrentamiento político de ambas instancias se acrecienta con gravedad y conduce a estadios de ingobernabilidad, se propicia el surgimiento de otras fuerzas sociales e instancias que solventan la crisis.

De esa manera ocurrió con el régimen del fallecido presidente Salvador Allende Gossens, cuyas iniciativas enfrentaron oposición cerrada en el Congreso chileno que concluyó en los eventos trágicos donde perdieran la vida miles de ciudadanos de esa nación; esta realidad nos conduce a proclamar la urgencia de alcanzar una concertación que en unidad nacional eleve los problemas de desempleo, pobreza, reversión canalera, manejo fiscal y financiero, y otros, al esfuerzo y la responsabilidad compartida que sirva al país, y no a intereses parroquiales y pequeños de coyuntura.

En tal derrotero las figuras que se designen en los puestos de cúspide ­ministros, directores, gerentes, asesores- deben responder a perfiles propios de la tolerancia, el equilibrio, la serenidad de juicio, la amplitud de criterio, y sobretodo, una decidida vocación de servicio para el desempeño de sus funciones sensitivas.

De igual manera, quienes alcancen la representación colectiva de la Asamblea Legislativa, deben responder a similar perfil; y asimismo las proclamas pesimistas, revanchistas y descomedidas han de cesar dejando en el olvido ofensas, recelos y contrapelos, impidiendo que los exaltados y sus corifeos deterioren este momento de historia panameña que merece la mayor lucidez, claridad y fortaleza, al materializar el recobro pleno de la soberanía en la geografía conculcada y la responsabilidad de la administración exitosa del negocio interoceánico del Canal.

Es evidente que la Unidad Nacional es el camino patriótico; la ingobernabilidad sería una traición maligna al proyecto nacionalista que robustece el carácter patrio en el inicio del Tercer Milenio.

 

 

 

 

 

AYER GRAFICO
Entierro de "Montecarlo", primer ganador panameño del clásico del Caribe


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no ayudo a limpiar lo que ensucio


OPINIONES



 

 

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