Al menos 14 personas resultaron muertas --incluyendo once ciudadanos franceses y dos paquistaníes-- cuando una poderosa bomba destruyó ayer un autobús frente a un hotel de la capital paquistaní.
Otras 23 personas, entre los que figuran 10 extranjeros, fueron heridos por la explosión, dijo el inspector general de la policía de Karachi, Syed Kamal Shah. La policía cree que un coche bomba fue detonado en un vehículo estacionado cerca del autobús en las cercanías del Hotel Sheraton de Karachi.
Las autoridades también investigaban la posibilidad de que el estallido haya sido producto de un atentado suicida. El vocero de la armada paquistaní, Roshan Khayal, dijo que las víctimas francesas estaban trabajando en diferentes proyectos cerca del puerto de Karachi.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Francia dijo en París que trabajaban para la Dirección de Construcciones Navales, una empresa francesa destinada a erigir instalaciones militares para la armada.
El presidente de Francia, Jacques Chirac, condenó el ataque y anunció que estaba enviando el recientemente designado ministro de Defensa, Michele Alliot-Marie a Karachi.
Los atentados con bombas no son inusuales en Pakistán. En marzo, un ataque con granada en una iglesia cercana a la embajada de Estados Unidos en Islamabad dejó cinco personas muertas, incluyendo dos estadounidenses.
Recientemente, una serie de explosiones hirieron a docenas de personas, después de que un referendo la semana pasada avaló al presidente, general Pervez Musharraf, a otros cinco años en el poder.
Karachi también es donde el corresponsal del Wall Street Journal, Daniel Pearl, fue secuestrado y posteriormente asesinado a principios de este año. Muchos paquistaníes han criticado la voluntad del presidente Musharraf de ayudar a Estados Unidos en sus esfuerzos exitosos por eliminar al régimen Talibán y la organización Al Qaeda del vecino Afganistán. |