El alto costo de la vida que sufren muchos hogares panameños ha sido producto del aumento inesperado de la Canasta Básica Familiar, el incremento del combustible, el alza de las tarifas de energía eléctrica y la telefonía, entre otros.
Todos estos aspectos deberán ser analizados a profundidad y tomados muy en cuenta por los miembros tanto del sector empresarial y los trabajadores que conforman la recién creada Comisión Nacional del Salario Mínimo.
Los artículos 64, 65 y 66 del Código Trabajo indican que periódicamente se debe ajustar el salario o sueldo mínimo a los trabajadores con el fin de cubrir las necesidades normales de su familia, mejorar su nivel de vida, de acuerdo a las condiciones actuales de cada región y de cada actividad económica, profesión u oficio.
A los trabajadores se les debe garantizar su salario mínimo de acuerdo con la condiciones económicas del país, pero es poco probable que se logre un consenso en el seno de la Comisión Nacional instalada ayer para ese propósito.
Por un lado los trabajadores reclaman un salario mínimo de B/. 750, incrementando en más de B/. 500 al existente que está por el orden de B/262. 00.
El sector empresarial admite que si bien es cierto han aumentado los artículos de primera necesidad, se debe ser razonable para que no afecte a las pequeña y medianas empresas o provoque más desempleo en el país.
Desde ya podemos adelantarnos al fracaso de la Comisión y al final -como casi siempre ha sucedido- el gobierno nacional tendrá que fijar el nuevo salario, ante la falta de acuerdo de obreros y empresarios, que de seguro no estarán dispuestos a ceder antes sus posiciones.