Tres mil fusiles AK-47 que fueron desviados hacia grupos irregulares de Colombia habían sido vendidos por la policía de Nicaragua a 30 dólares cada uno, cuando los precios en el mercado internacional oscilan entre los 500 y los 2.400 dólares.
El subdirector de la Policía, Francisco Lara, reveló al matutino La Prensa que Nicaragua había vendido en noviembre pasado el lote de 3.000 fusiles de asalto AK-47 y dos millones y medio de cartuchos a 242.000 dólares.
Cada cartucho fue vendido a seis centavos de dólares, lo que equivaldría a 150.000 dólares, es decir que los 3.000 fusiles fueron vendidos a 92.000 dólares. Poco más de 30 dólares cada uno, precisó el diario.
La Prensa agregó que en consultas realizadas por Internet pudo determinar que dichos fusiles se cotizan en el mercado internacional a entre 500 y 2.400 dólares.
La tarde de este lunes el presidente de Nicaragua Enrique Bolaños anunció que mañana martes se reunirá en la capital costarricense --en el marco de la toma de posesión del nuevo mandatario costarricense, Abel Pacheco-- con la presidenta Mireya Moscoso para discutir el asunto.
"Voy a hablar con ella. Vamos a ver dónde esta el problema y nombrar una comisión de parte de ella y otra mía para que nos informe", dijo Bolaños en declaraciones a la prensa durante un recorrido por el norte del país.
El mandatario se abstuvo de hacer comentarios en torno a declaraciones de altos funcionarios panameños que acusan a la policía nicaragüense de "corrupta" y de obviar las normas internacionales para la compra y venta de armas. "No comentó para no entorpecer", afirmó Bolaños.
Originalmente, Nicaragua dijo que las armas habían sido vendidas a la Policía de Panamá, a través de una empresa inscripta en Guatemala, GIRSA, propiedad de dos israelíes. Sin embargo, las armas nunca llegaron a Panamá y fueron a parar a un puerto de Colombia que es controlado por grupos paramilitares. |