Esposas y familiares de los oficiales asesinados tras la asonada golpista del 3 de octubre de 1989 aparecen junto al abogado Diógenes Arosemena, en una rueda de prensa, en la sede del Comité Panameño por los Derechos Humanos, donde denunciaron el fusilamiento de los cabecillas del movimiento liderado por el mayor Moisés Giroldi.