El Órgano Ejecutivo amagó con solicitar a la Asamblea Nacional de Diputados la autorización para legislar por decreto durante los dos meses que duraría el receso del Órgano Legislativo.
Se conoció que el miércoles, dos días antes de culminar la segunda legislatura del primer periodo de sesiones ordinarias, desde el Ejecutivo se pensó en la redacción de la petición para que se facultara al Consejo de Gabinete a dictar leyes vía Decreto-Ejecutivo, pero de pronto la idea fue perdiendo fuerza.
La reculada desde la Presidencia es sinónimo de que la Asamblea será concovada a sesiones extraordinarias en un plazo de 15 días para abordar una variedad de temas que no pueden esperar a ser aprobados hasta la juramentación de la nueva Junta Directiva de la Asamblea el próximo 1 de julio.
Entre los temas más sensitivos está la aprobación de la ley que reglamenta la realización de plebiscitos y una reforma a las normas que regulan los operadores de la aviación en el país.
La legislación por la vía de decreto, desde el Órgano Ejecutivo, fue severamente cuestionado por el presidente Ricardo Martinelli en su rol de candidato presidencial.
La última vez que un presidente de la República pidió a la Asamblea autorización para legislar por decreto fue el 21 de diciembre de 2007, cuando el entonces ministro de la Presidencia, Rubén Arosemena, presentó la solicitud a la Asamblea Nacional para que concediera autorización al Ejecutivo para dictar decretos leyes relativos a materias de migración, aduanas, banca y turismo.
Con la autorización, el presidente Martín Torrijos y sus ministros hicieron de diputados durante el receso del pleno legislativo.
El artículo N.º 159 de la Constitución Nacional concede facultades extraordinarias al presidente de turno para decidir y aprobar leyes que normalmente deben ser discutidas, analizadas y aprobadas por el Órgano Legislativo.