Los panameños y los extranjeros que se dieron cita el pasado viernes en el Figali Convention Center, para lo que sería el concierto del Día del Trabajador, fueron con las pilas muy recargadas.
El ambiente se prestaba, pues la noche fresca permitió que panameños y extranjeros, sin importar la lejanía, dejaran sus autos en un lugar seguro para caminar hacia el lugar en donde lo que sobraría sería salsa de la buena, sí, porque las potencias de la salsa representaban distintas naciones: Panamá, Colombia, Puerto Rico y Venezuela.
Dentro del Figali, la música ambiente de discoteca animaba a jóvenes, pero en su mayoría a los mayores de 35 años que fueron a celebrar el Día del Trabajo como se debe: con buena música.
Y bueno, el "show" esperado arrancó a las 9:15 p.m., y fue la representación panameña, La Kshamba, la primera en salir a escena; la gente coreó los éxitos de esta agrupación que va subiendo como la espuma. El público le respondió también tirando sus pasos.
La noche transcurría y los presentes querían ver y escuchar las delegaciones extranjeras; y a eso de las 10: 15 p.m. los colombianos del Grupo Niche, cargados de energía en sus coreografías interpretaron los éxitos de antaño que los hicieron conocidos, entre ellos: Gotas de lluvia, Viviendo un sueño, La magia de tus besos, Hagamos lo que diga el corazón, Cali pachanguero, y otros. Los seguidores de estos hombres estaban fascinados con el repertorio, pues parecía que estuvieran escuchando un CD, sus voces se escuchan muy bien.
Seguido a ellos, a las 12:15 m.n., llegó al escenario el "Caballero de la Salsa", Gilberto Santa Rosa, quien vestido bastante moderno y elegante, arrancó con un popurrí de los éxitos con los que muchos se han enamorado: No quiero na' regala'o, Perdóname, Dolía menos, Conteo, Esas lágrimas, Que alguien me diga, y muchos temas de su disco Contrates. Fueron casi dos horas en escena.
Ya cuando el reloj marcó las 2:45 a.m., "El león venezolano o Diablo de la Salsa", Óscar De León, salió con mucho ritmo y sazón, los presentes seguían bailando tal como lo hacían desde el inicio de "show", quizás recargados por unos que otros tragos, lo que no faltó en ninguna de las mesas.
Al estilo de Santa Rosa, también realizó un popurrí en los que incluyó canciones como Llorarás, Qué bonito y sabroso, Yo quisiera, Detalles. Siguió cantando hasta altas horas de la madrugada.
La gente no se quería ir, y los que trabajan día a día gozaron su Día del Trabajo.