CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no le doy importancia a la justicia

Mucho se ha dicho con la administración de justicia panameña está podrida. Algunos comentan que más que corruptos, muchos de nuestros funcionarios judiciales son ineptos, y no saben aplicar las leyes. Los verdaderamente capaces están fueran del engranaje oficial haciendo dinero. Otros, un número significativo de opinadores, señalan que estos empleados públicos son corruptos, y por un par de dólares engavetan expedientes, o hacen que el proceso sea más expedito de lo normal.

Lo triste es cuando un funcionario, que debe responder a los intereses de la colectividad, responde a un grupo político o a una figura en particular. Cuando su nombramiento no es producto de un proceso limpio e igualitario para varios candidatos, sino que surge de los favores de una autoridad política, no se puede esperar que sus actuaciones sean honestas, aun cuando tenga todas las credenciales para investigar o impartir justicia eficientemente.

Al final, lo que se está provocando es que colapse el sistema, y se retorne a estadios que se suponían superados. No sería de extrañar que en algún momento de la historia del país, la balanza caiga a favor de una acción por nadie deseada, y se barra por completo con un engranaje corrupto e ineficaz, que responde al dinero y las prebendas, y no a la justicia.

 

 

 

 

 

 

 

AYER GRAFICO
Demetrio B. Lakas es elegido presidente por el poder popular


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