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¡Merci!

Redacción | Crítica en Línea

Pierre Henri Guignard
Embajador de Francia

El pasado 14 de abríl, un ciudadano francés residente en Panamá, Jean-Claude Ferro, fue gravemente herido por balas. Jean-Claude –que iba con su esposa panameña- se encontró en el mal momento en el lugar equivocado. No fue atacado porque era francés, sino porque se cruzó por mala suerte con el camino de peligrosos criminales. Hago votos para que éstos sean rápidamente encontrados y juzgados por los actos que cometieron y en particular por este cobarde ataque de una rara violencia.

El accidente del cual fue víctima nuestro compatriota, como nos podría haber sucedido a usted o a mi, me lleva a una observación que deseo compartir. Desde que fue dado a conocer este triste acontecimiento, los medios de información se movilizaron para encontrar el escaso tipo de sangre del cual tenía necesidad Jean-Claude Ferro quien mientras tanto era intervenido con gran dedicación por los médicos del hospital Santo Tomás. Decenas de panameños, lo mismo que numerosos miembros de la comunidad francesa de Panamá -cada dia más importante-, se movilizaron, ofreciendo espontáneamente la preciosa sangre tan necesaria en ese momento.

No es anormal que un acto tan bárbaro haga nacer tal expresión de solidaridad : pero deseo hacer constar aquí, toda la admiración que me inspira esta manifestación de amistad, esta inmediata reacción de auxilio a una persona en peligro.

Ante este testimonio de solidaridad panameña, permítaseme, sencillamente, decir gracias a aquellos que se levantaron sin cuestionarse para ayudar a un hombre en peligro. Gracias a las radios y a la televisión quienes lanzaron el llamado. Gracias a los numerosos ciudadanos anónimos que respondieron con un profundo gesto cívico, tal como un miembro de la Guardia Presidencial que fue uno de los primeros en extender los brazos para salvar una vida.

Gracias también a los panameños descendientes de antillanos que intercambiaron correos electrónicos para buscar donadores de sangre. Gracias en fin a mis compatriotas instalados en Panamá, por su solidaridad en este momento de prueba, mostrando así la unidad y fraternidad de nuestra comunidad.

Gracias a los solidarios ciudadanos sin fronteras que mostraron lo mejor de sí mismos.



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