Aunque muchos piensen lo contario, la limpieza dental es clave para poder lucir una buena sonrisa, lo que dependerá más que nada del tiempo que se dedique a esta labor.
Los expertos aseguran que el hábito debe inculcarse desde pequeños, para que a medida que va pasando el tiempo, una linda sonrisa sea su carta de presentación.
Cabe destacar que el papel que desempeñan los padres de familia en esta fase es fundamental porque deben enseñarle al menor la técnica adecuada para limpiar sus dientes, ya que hay enfermedades bucales que atacan los dientes, más que nada de los infantes, porque son los que gustan de las golosinas, gaseosas o colorantes, que con el tiempo crean las temidas caries, si no se les enseña la adecuada y completa limpieza bucal.
Además, agrega la odontóloga Tatiana Ortíz de Johnson and Johnson que la estomatitis micótica, gingivitis, desórdenes de la oclusión y por supuesto, la halitosis o mal aliento", son también un peligro latente.
Agrega que, afortunadamente, en estos tiempos es más fácil que los niños quieran limpiar sus dientes porque los productos de limpieza bucal están diseñados con sabores agradables. Eso incluye los cepillos de dientes con cerdas suaves, barra de fácil manipulación, hilo y enjuague dental.
A partir de los cuatro años de edad, el niño puede empezar a lavarse los dientes por sí solo con un cepillo de dientes de cerdas suaves que tenga una buena barra de agarre para su destreza; esto debe hacerse siempre bajo la supervisión de un adulto que le indique al menor la técnica para un correcto lavado.
El hábito de utilizar el hilo dental debe ser inculcado en el menor a partir de los 4 ó 5 años. Con el tiempo, el niño desarrollará su destreza.
Enfatizó Ortíz que el enjuague bucal se puede empezar a usar desde el momento en que el infante sepa enjuagarse su boca. También debe tener la capacidad de controlar la deglución. Se recomienda uno que tenga un sabor que le agrade a los niños.
"Es fundamental que los padres de familia motiven a sus hijos en el tema para lograr un buen cepillado, pero no se debe pasar por alto las visitas al dentista, al menos dos veces al año.