Las autoridades permitieron ayer las visitas de antiguos habitantes a la "zona de exclusión" de 30 kilómetros en torno a la planta nuclear de Chernóbil, cuya avería hizo ayer, 22 años, contaminó vastos territorios en Ucrania, Bielorrusia y Rusia.
La administración de la central informó de que las visitas de los habitantes, que fueron evacuados de esa zona tras la catástrofe atómica, son posibles gracias a las actividades de desactivación y a las medidas de seguridad tomadas en los últimos años. En Kiev, el presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, asistió a un acto fúnebre y una misa ante el monumento a los Héroes de Chernóbil.