El Grupo de Apoyo a la Mujer Aguadulceña, se ha convertido en el lugar más visitado por las personas que padecen el flagelo de la violencia doméstica, que está en aumento.
La profesora Gloriela Rodríguez, presidenta del grupo, manifestó que no sólo llegan mujeres de toda la provincia de Coclé, sino también de Veraguas.
El grupo se creó a raíz de la muerte de la profesora Beatriz Miller, a manos de su ex esposo el 6 de septiembre del 2007, hecho que estremeció a Aguadulce.
A finales de ese mismo mes, empezó el grupo en el Cuartel de Bomberos, el Palacio Municipal y la corregiduría de Barrios Unidos.
Actualmente, están ubicados en el Centro de Estudios Octavio Méndez Pereira, pero falta por ser acondicionado.
Al grupo se han acercado personas de Penonomé, el corregimiento de Coclé, Barrios Unidos, El Roble, Pocrí y Aguadulce cabecera.
Se han acercado también mujeres que quieren ayudar a aquellas que han tenido algún tipo de problemas de violencia doméstica.
LEYES SON DESCONOCIDAS
Los problemas que más se han atendido son de mujeres que supuestamente están protegidas por una boleta de alejamiento, pero no son cumplidas por sus maltratadores.
Denunció la profesora Gloriela que los corregidores al parecer no dominan las leyes, ya que ponen a carear a las víctimas con sus victimarios.
Aproximadamente asisten unas 22 mujeres al grupo, que están luchando para que se les dé un lugar.
El hijo de una de las asistentes al grupo se tuvo que meter para defender a su madre, ya que el padre de este la estaba pateando.
En otro de los casos, el esposo golpea a su esposa y la niña que está en sexto grado no quiere llegar a la casa por temor a su padre.
En Aguadulce hay más casos de violencia doméstica que robos, sobre todo los fines de semana por la influencia del alcohol y las sustancias ilícitas.
Un solo hombre ha llegado al grupo con sus brazos todos cortados por su esposa con quien está peleando en la ley la custodia de las niñas, que son quienes más sufren.