Ni el Chapulín salva a Martín,
Mireya

Jean Marcel Chéry
Crítica en Línea
Mireya Moscoso cerró
ayer su campaña presidencial con una multitudinaria concentración
en la Plaza 5 de Mayo, en la que advirtió que su gobierno "no
tolerará la corrupción" ni que la politiquería
invada el Canal de Panamá, pero además anunció que
"ni el Chapulín salvará a Martín" de la avalancha
de votos.
En una plaza rodeada de banderas, principalmente del arnulfismo, y una
majestuosa tarima en la que se apreciaba la palabra "Cambio",
prometió sumar a su equipo de gestión a profesionales jóvenes
e independientes que antepongan los intereses del país por encima
de sus beneficios personales y políticos.
También prometió acabar con los garrafones y botellas que
abultan la planilla estatal para mejorar las condiciones laborales de la
mayoría de los funcionarios honestos.
La candidata presidencial expresó su preocupación porque
el PRD podría resistirse a abandonar el gobierno, por lo cual le
reiteró a sus seguidores que cuiden sus votos para evitar un fraude
electoral.
En una fogosa intervención, de más de una hora, Moscoso
rechazó las críticas por su supuesta falta de capacidad académica
y debilidad femenina, al asegurar que "tengo tantos pantalones como
cualquier hombre". Sin embargo, aclaró que, "sé
cuando ponerme la falda y cuando ponerme los pantalones".
Moscoso hizo una inusual llegada a la imponente tarima, ubicada frente
a la Plaza Cinco de Mayo. Vestida de blanco y con los brazos extendidos,
la candidata presidencial fue elevada por un ascensor -cubierto por un gigantesco
letrero vertical con la palabra MIREYA- hasta unos 12 metros de altura y
luego subió otros tres metros, por unas escaleras, para conquistar
el punto más alto de la tribuna.
La abanderada de Unión por Panamá dijo que los panameños
no deben olvidar la dictadura militar que generó "exilios, asesinatos
y persecuciones" y deben tener presente los antecedentes deshonestos
del PRD en el manejo de comicios.
Indicó que "aunque digan que tengo mucho dinero, no puedo
olvidar lo que es la pobreza y pasar hambre".
Añadió que "he visto y he sufrido lo que los enemigos
de la democracia pueden hacer en este país". "Observen
el derroche de dinero de la campaña de Martincito, que contrasta
con la pobreza del país", dijo Moscoso, desde la tarima que
-según Juliao- costó más de 100 mil dólares
para instalarla.
La candidata presidencial acusó a su adversario del oficialismo
de presentarse en la televisión, con voz suave y amistosa, pero el
partido y la maquinaria que lo respaldan son duros, agresivos y represivos.
"Pero el pueblo sabe reconocer entre una oveja y un lobo en piel de
oveja", manifestó.


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