Un crucifijo de madera salvó la vida de un periodista colombiano al desviar un disparo que había recibido en el brazo y había llegado hasta su pecho durante en un asalto, informaron ayer fuentes médicas y periodísticas.
El periodista Hugo Cuartas, de 54 años de edad, recibió un disparo en el antebrazo, y la bala recorrió este y llegó hasta su pecho, a la altura del corazón, donde tropezó con el crucifijo y se desvió, por lo que el periodista se salvó.
Por otro lado, el periodista colombiano J. Everardo Aguilar, de 72 años, fue asesinado de varios disparos por un sicario en su propia casa de la localidad de El Bordo, en el municipio de El Patía (suroeste del país), confirmaron ayer las autoridades.
Aguilar, que trabajó en varios medios escritos y en emisoras, actualmente era corresponsal de la cadena Radio Súper.
Las fuentes policiales dijeron que un hombre joven llegó hasta la casa del reconocido periodista con el pretexto de entregarle algunas fotografías.
Cuando Aguilar salió a atenderle, el desconocido sacó un arma y le disparó en varias ocasiones.