La muestra individual, con la cual RICHARDS se dio a conocer en nuestro medio trata de los años 70 y se título "El Tercer Hombre". La misma se cubrió en el Museo del Hombre Panameño y estuvo integrada por óleos de dimensiones monumentales, comprometidos con lo que él definía como la "búsqueda de una dimensión mítica en el ser humano". A lo largo de su vida, RICHARDS obtuvo reconocimientos internacionales por sus trabajos y en nuestro medio figura en el listado de ganadores del Concurso Nacional de Pintura. En esta institución laboró como docente y al momento de su muerte, maravilloso país de las indefiniciones que es Panamá, no le habían cancelado sus meses de trabajo. La desconsideración no solamente partió del I.N.A.C. Tampoco el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá le dio nunca la posibilidad de una muestra. De la misma manera que las galerías locales nunca detectaron interés en su obra. En este contexto como pocos, Daniel Richards define en nuestra sociedad, el poco interés que se muestra hacia alguien que no cuente ni con la simpatía ni con el apoyo de quienes, socialmente, tienen el deber de abrirse a los nuevos artistas y a los nuevos creadores. Y a ello obedece el hecho de recordar al amigo y al creador en momentos en los cuales, quienes tendrían que hacerlo, parecen no darse cuenta siquiera de que ya no está con nosotros.
Esta nota fue publicada el domingo 22 de agosto de 1993, en DIORAMA, página 12 B, por Agustín Del Rosario.
DANIEL RICHARDS: EL TERCER HOMBRE.
"La pintura es lo que queda y no el pintor, quien es pasajero -insistía siempre Daniel Richards, nacido en la Peña, de Santiago de Veraguas y ciudadano del mundo, como también se definía.
A seis años de su muerte, aniversario que se cumple el 8 de agosto, y reiterando: sin el respaldo que se le debió dar al artista, esta nota evoca ese pensamiento que muchos (as) pasan por alto, al tiempo que deja constancia del amigo que fuera para aquellos quienes sí entendieron al pintor y admiraron su pintura".
Daniel Richards nació en Veraguas en 1946 y murió en la ciudad de Panamá en 1993. Formó parte de una de las últimas generaciones de valía y trascendencia que diera la ENAP y cuya vigencia arranca a partir de los años 70. Al tiempo, fue uno de nuestros pocos creadores de arte con una formación académica sólida y cuya obra no se reduce al sólo manejo de la "intuición".
Su aporte artístico, así entendido, es uno que explora la Pintura de forma brillante y dentro del devenir creador en Panamá. Sin embargo y aunque resulte desconcertante, a seis años de su muerte, hay quienes ignoran la misma y mucho más allá no la distinguen con su atención, desconociendo la significación que alcanza aún por encima de sus tamañas ignorancias.
Más egoísta aún: la actitud de contemporáneos y de no pocos conocedores de Arte en Panamá, quienes no solamente lo pasan por alto al momento de colectivas nacionales, sino que con la ausencia de rubor más elemental no vacilan en "desconocer la obra de este señor", como anotara hace algún tiempo una conocida directora de galería de la localidad, que estudiaba su licenciatura en Artes en EU y en momentos en los cuales Daniel Richards rompía esquemas en nuestros medio luego de la obtención de su título de especialista en Pintura, Escultura y Grabado en la Academia San Carlos de la Universidad Autónoma de México.
La primera muestra individual de Richards en nuestro medio se realiza en 1971 en el Museo del Hombre Panameño "Reina Torres de Araúz" y dentro de una línea de exposiciones individuales programadas en torno a los artistas panameños, en esos años considerados como "emergentes". Desafortunadamente, solo se registran dos muestras, la de Daniel Richards y la de Rogelio Pretto.
Esa muestra suya se llamó "El Tercer Hombre" y fiel a la denominación se caracterizaba por lienzos de grandes dimensiones y en las cuales la figura humana parecía explotar en partículas de colores ("puntillismo") y con la idea de que la variable "figurativa" fuese armada por quien observaba las obras. Aparecía igualmente otro tema ya recurrente y que posteriormente sería casi obsesivo en sus trabajos: la sugerencia de los corceles a manera de ráfagas sobre la composición y también en partículas de colores. A juicio del Daniel, ello lo reproducimos en nuestro espacio de crítica de Arte, "De Parte Interesada" de esos años, ambos, ser humano y animal, eran recreación de fuerza y energía al tiempo que de belleza. En estos momentos, pinturas suyas son incluidas en colectivas nacionales en Panamá, en República Dominicana, en México y en Cuba.
TRABAJOS
La primera muestra individual de Richards en nuestro medio se realiza en 1971, en el Museo del Hombre Panameño "Reina Torres de Araúz".