Desde hace 10 años, la señora Irma Rivera, productora agrícola, residente en la comunidad de Guarumal, distrito de Alanje, se dedica a cultivar rubros alternativos como la berenjena, el ñajú, el zapallo y la calabaza.
Rivera expresó que ha encontrado en la siembra de estos productos una manera de ganarse la vida y mantener a su familia. Tiene 20 años dedicándose por completo a la agricultura.
Aunque empezó cultivando arroz en las tres hectáreas de terreno de su propiedad, consideró que la producción de este grano básico ya no le era rentable, por lo que decidió sembrar estos productos no tradicionales.
Afirmó que la berenjena es un producto de excelente aceptación en la ciudad capital, por ello viaja periódicamente al Mercado de Abasto de este punto del país a realizar sus ventas.
UNA PRODUCCION CON FUTURO
"Para Panamá, siempre llevó casi 200 sacos", dijo. Rivera aseguró que a pesar de que la producción de berenjena tiene mucho futuro, aún falta el apoyo de las autoridades y de las entidades bancarias para incentivar a los productores de este tipo de rubro.
Sumado a esto, el alto precio de los insumos es un factor que limita el buen desarrollo de esta actividad y de muchas otras. "Si no inviertes 40 ó 50 dólares en abono, no puedes salir adelante con la producción", expresó.
Rivera alegó que, a pesar de las limitantes, los productos que cultiva tienen posibilidades de ser agroexportados. La berenjena y el ñajú son dos de ellos. Estos productos tienen muy buena aceptación, sobre todo en las comunidades árabe, china e hindú, respectivamente.
Existen dos tipos de berenjena: la de color morado, que es larga, y la de tonalidad obscura, que tiene una forma redonda.
La agricultora aseveró que, en este momento, el cultivo de zapallo es el que más perspectiva tiene para la agroexportación por medio del Proyecto de Riego Remigio Rojas.
"He invertido más de dos mil dólares en estos cultivos. Con la producción de zapallo, he alcanzado ganancias positivas", puntualizó.