Apolinares Madrid, de 38 años, vive en el sector de Altos del Lago, en el barrio de San Mateo. Es un hombre sencillo que desde hace tres meses labora como inspector en el Municipio de David.
Él es un técnico en electrónica de profesión, se levanta muy temprano a eso de la 5 de la madrugada para alistarse y llegar muy temprano a su trabajo.
Mientras otras personas se transportan en automóviles, buses o taxis, para llegar a sus puestos de trabajo, Apolinares se traslada al municipio por medio de un vehículo conocido como la bicisilla. Este modelo de triciclo lo utilizan más de 700 discapacitados de la provincia de Chiriquí y de otras provincias del país.
Esta casado y es padre de tres hijos, hace más de diez años la bicisilla le cambio la vida a Apolinares, ya que desde los tres años sufrió una discapacidad física producto de una inyección mal puesta que afecto un nervio de su cadera derecha. Nos comenta que antes para moverse de un lugar a otro, tenía que utilizar un taxi o buscar algún otro medio para llegar a un destino determinado.
El primer vehículo lo trajeron a la provincia de Chiriquí unos ciudadanos ecuatorianos, el triciclo estaba diseñado para la movilización de personas que sufrían de polio, pero en el taller de mecánica, propiedad del señor Andrés Robinson se le hicieron las mejoras pertinentes para que los discapacitados de la ciudad de David, también pudieran manejarlo. De allí en adelante este es taller de mecánica donde se diseñan y se arman estos triciclos que son donadas a los discapacitados.