Los chorreranos conmemorarán el próximo 4 de mayo el Día de su Santo Patrono, San Francisco de Paula, "El Gran Barón de Dios", quien fue ejemplo de humildad, penitencia y caridad, con lo que muestra el camino que debe seguir todo cristiano.
San Francisco de Paula, patrono de La Chorrera, nació en Paula (Calabria) en el año 1416 y murió en Tours (Francia) el 2 de abril de 1507.
Llegó cuando nadie lo esperaba pues sus padres, Santiago y Viena, eran pobres y sufrían la pena de no tener hijos, hasta que, por fin después de mucha oración, San Francisco de Asís les hizo el milagro, por lo que el niño recibió su mismo nombre en agradecimiento al favor recibido.
A San Francisco se le conoce como Pancho, Panchito y como "El Ermitaño", porque amaba la soledad como medio para entregarse al Señor, tanto es así que a los 14 años pidió permiso a sus padres para retirarse a una cueva no lejana de Paula y más tarde a un lugar mucho más solitario.
Su vida fue imitada por una nueva familia religiosa llamada "Los Ermitaños de Paula" (1474), que luego se convertiría en la Orden de Los Mínimos (1493), la que construye varios monasterios.
Un hecho trascendente en su vida que muestra su poder sobrenatural fue que en una ocasión lo llamaron de Sicilia, debía de embarcar y no disponía de medios para pagar la barca, entonces se le ocurrió arrojar su manto sobre las olas y se colocó sobre él, logrando así atravesar el estrecho, ante el asombro de los que lo observaban.
Francisco muere el 2 de abril de 1407, un Viernes Santo a la edad de 91 años, 6 años después el Papa León X lo beatifica.
Don Kico Isaacs, vecino de la Iglesia San Francisco de Paula, recuerda que hace unos 26 años los chorreranos celebraban cada 2 de abril la fiesta de su Santo Patrono, y desde los campos, llegaban devotos que dormían en los portales de las casas, "y no les pasaba absolutamente nada", afirma que traían sus productos y animales para que el sacerdote se los bendijera.
La procesión salía a las 4:00 de la tarde, pero antes se hacían corridas de toro, cabalgatas, carreras de caballo desde la Plaza Bolívar hasta donde hoy queda la Biblioteca Hortensio De Icaza y venían las mejores orquestas, tales como: Armando Boza, Casinos de La Playa, Hermanos Paz y otros que escapan a su memoria.