Un grupo de presos amotinados en una cárcel brasileña asesinó ayer a otros dos reclusos rivales, con lo que aumentó a diez el número de muertos desde que se desataron los incidentes en la prisión.
Los cabecillas de la rebelión en la cárcel Urso Branco, en la ciudad de Porto Velho, capital del estado de Rondonia, radicalizaron además su postura frente a las autoridades.