Con 60 años encima, Irene Rodríguez Cortez era un hombre bueno y muy tratable, conocido por los lugareños, era un campesino trabajador, sin embargo cuando bebía a juicio de las investigaciones fiscales, se transformaba y amenazaba con matar.
Fue así que a principio de los años 90, Cortez con esa actitud de violencia cuando bebía, dejó paralítico para siempre a un joven de la localidad luego de propinarle fuertes golpes.
DOMINGO FATAL
Pero el pasado domingo a eso de las 4:00 p.m. llegó a la cantina "El Recreo" ubicada en Macaracas, empezó a tomar, posteriormente llega al mismo lugar el joven de 21 años Ismael Arnulfo Chávez quien llevaba oculto un arma de fuego y arma blanca.
Rodríguez se levantó de su puesto y el joven le siguió, Rodríguez le preguntó que hacía detrás de él y lo empujó, fue entonces cuando el muchacho lo golpeó y le propinó cuatro puñaladas al anciano en el cuerpo cayendo al suelo, Chávez no conforme con eso le pegó con un banquillo, luego agarró un taco que se utiliza en los billares, arrebatándole la vida a un hombre que podría ser su abuelo.
Al registrarse la captura del homicida se le encontró un arma calibre 38 con cuatro municiones vivas. El criminal se encuentra detenido en la cárcel Astolfo Arrocha de la ciudad de Las Tablas, informó la policía.
HABIA PAGADO
Según datos proporcionados por la Fiscalía Superior, la víctima había recibido indulto cuando cumplía condena por dejar al joven macaraqueño inválido, en 1992, y hasta el domingo gozaba de libertad, tras permanecer detenido dos años aproximadamente.