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La creación de un Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) será el tema central de la cumbre de Québec.  |
Seis canadienses que se dirigían a la Cumbre de las Américas armados con granadas de gases lacrimógenos, bates de béisbol y bengalas fueron arrestados el miércoles en Québec tras una larga operación encubierta, dijeron funcionarios.
Christine Mitton, del departamento de seguridad pública de la provincia de Québec, dijo que entre los detenidos están una persona que presta servicio en las fuerzas armadas canadienses y un ex soldado.
El grupo planeaba actuar contra la cumbre que reunirá a 34 naciones en Québec, la que comenzará el viernes y culminará el domingo.
"Estaban conspirando para lanzar un (...) peligroso golpe que interrumpiera las actividades de la Cumbre de las Américas", dijo Mitton durante una conferencia conjunta de la policía federal y provincial.
"Eran parte de un grupo de estudiantes y trabajadores activistas", agregó.
Los seis serán presentados ante una corte de la ciudad de Québec este mismo miércoles.
La seguridad es muy estricta en vísperas de la cumbre. Los organizadores han erigido una cerca alrededor de los principales escenarios del foro y reservaron una cárcel para los previsibles arrestos.
Entre los manifestantes que ya se encuentran en la ciudad canadiense está José Bové, un agricultor francés famoso por su simbólico ataque contra un restaurante McDonald's en su país.
Bové fue recibido el miércoles como un héroe en una reunión alternativa, la Cumbre del Pueblo, y allí calificó los planes de libre comercio como una catástrofe para los agricultores del continente americano.
La creación de un Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) será el tema central de la cumbre de Québec.
"Libre comercio es matar gente", dijo Bové en una concurrida conferencia de prensa, en medio de los aplausos de sus partidarios.
"Las naciones quieren imponer la lógica del mercado sin consultar a la gente. Ellos mienten: el mercado nunca ha sido beneficioso para el pueblo", afirmó.
El foro alternativo -que cuenta con unos 3.000 participantes hasta ahora- promete grandes manifestaciones durante el fin de semana en la histórica ciudad canadiense, donde las medidas de seguridad se han mantenido al público.
Funcionarios de aduanas han incrementado los controles en la frontera de Canadá con Estados Unidos. Las autoridades han admitido que están impidiendo el ingreso de posibles manifestantes.
Se esperan hasta 20.000 manifestantes durante el fin de semana. Unos 6.700 policías canadienses y 1.200 militares están listos para evitar que la cumbre se convierta en una segunda parte de las violentas protestas que ocurrieron en la ciudad estadounidense de Seattle en 1999. |