Si los hombres europeos no hacían trabajos caseros, la felicidad se terminó, ya que el Congreso de España está a punto de aprobar una reforma en la que será obligatorio compartir las tareas domésticas.
De acuerdo al Código Civil del país, entre las obligaciones de la pareja están "guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente", lo que pone fin al estereotipo de que hombres no tienen tareas que realizar dentro del hogar.
Pero, no sólo los casados, quienes estén separados o divorciados también deberán "compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes, descendientes y otras personas dependientes a su cargo".
La idea de romper la división tradicional de papeles choca a muchos. Después de todo, menos de la mitad del "hombre promedio" español ayuda en las tareas de la casa, desde la limpieza hasta el cuidado de los niños.
Pero los promedios son unidades numéricas que facilitan la estadística, aunque no existen en la vida real. De lo contrario no se podría explicar que la iniciativa para cambiar la normativa venga desde adentro del propio país y goce de amplio respaldo político.