Fermín Cruz, de 53 años de edad residente en Olá de La Pintada, lleva 7 años trabajando en las labores de cosecha de la cebolla en tiempo de verano, a lo que se dedica con algunos de sus 12 hijos y alrededor de 12 familiares, quienes el resto del año trabajan y subsisten de la siembra de arroz, maíz y frijoles.
Luego de terminada la zafra se retiran nuevamente para sus hogares a iniciar la limpieza de los montes para el cultivo de sustento diario; al igual que su padre Edwin Cruz, trabaja desde los 16 años en Chumungú de Natá, se traslada desde su residencia en Olá, para encargarse ahora que ya cuenta con 22 años, de los semilleros, los riego cada 4 días, el abono, el veneno para el cuidado de las plagas, hasta la recolección de las cebollas.
María de los Santos Cruz, de 42 años reside en la Mata de Olá, en donde tienen que salir en carro hasta Chumicoso, para luego caminar una hora por caminitos, es la única mujer que labora este año en la zafra la cual tiene 10 hijos, quienes ya están grandes y 3 pequeños que aún están en la escuela, la misma refleja el sufrimiento y la necesidad del pasar de los años en su rostro.
Cada año se incrementan los empleos para los residentes en el área de Tolé, los que se trasladan hasta este punto de la República para trabajar en los tiempos de zafra de la cebolla, encontrándose este año con 40 empleados en donde se les facilita a los trabajadores un albergue temporal que es construido todos los años contando con letrina.