Las mañanas pueden ser calurosas o lluviosas, pero la vida de un preso o prisionera es bastante tediosa, según una investigación especial.
¿PORQUE?
La mayor parte de los detenidos enfrentan acusaciones diferentes y su suerte pareciera estar definida por una especie de lotería o ruleta rusa.
Muchos detenidos en La Joya, Cárcel de Mujeres o La Joyita tienen casos pendientes por el tráfico de narcóticos; algunas veces son muleros que ha caído en los operativos policiales.
Los arrestados por narcotráfico son en su mayor parte extranjeros, especialmente colombianos.
Sus procesos se adelantan en la Fiscalía Primera de Drogas o Segunda, a cargo de los abogados Patricio Candanedo y José Abel Almengor.
Por lo general, el procesado por narcotráfico tiene mala fama. Son individuos generalmente rechazados por andar en el peligroso mundo de las drogas, a sabiendas que los psicotrópicos o alucinógenos son dañinos al organismo y causan la muerte.
Al ser trasladados a La Joya, Cárcel de Mujeres o La Joyita deben esperar largos meses, pues sus procesos penales son lentos y complejos en vista del delito cometido contra la sociedad.
Al estar preso, su vida en el penal comienza muy temprano, pues tienen que cumplir con la pena impuesta dada la rigurosidad de las acusaciones que tienen que enfrentar con el Ministerio Público, cuyos fiscales representan a la sociedad.
Los detenidos o detenidas tienen que aprendar a convivir en el penal; a ciertas horas del día lo sacan al patio del sistema penitenciario.
Se programan los llamados días de visita para que los parientes, amigos o abogados de los prisioneros puedan visitarlos. Hay un horario específico para esos fines bajo la atenta mirada de los guardias de la cárcel, quienes no pueden parpadear a fin de evitar reyertas o intentos de fuga como ha ocurrido en ciertas ocasiones.
Pero no sólo los prisioneros por drogas llevan una visa azarosa, sino también los que enfrentan cargos por homicidio, violación carnal, robo, hurto, peculado y otros delitos.
Todos tienen que adaptarse a un sistema lento, con horas largas y con la esperanza tal vez de salir libres algún día, pero depende de la habilidad que tenga el abogado defensor.
Sin embargo, hay otro escollo para los prisioneros, pues muchos de ellos han cumplido las dos terceras partes de su condena y esperan pronta salida.
Esta probabilidad anda bastante gris y originó una ola de protestas en los diversos centros penitenciarios, especialmente entre los colombianos quienes incluso llegaron a coserse los labios en evidente señal de protesta.
IGUALDAD
No importa el nombre del preso, la realidad es la misma para todos porque el sistema enfrenta una crisis que puede resumirse en hacinamiento y mora judicial.
MAS
Los presos también enfrentan dificultades como malos tratos que en ocasiones se da por parte de los carceleros. Además, esperan una resocialización que está en veremos.