Una aeronave mexicana fue derribada por el helicóptero del Servicio Aéreo Nacional 132, tras negarse a volver a la pista de aterrizaje de Finca Jagua en la zona bananera del distrito del Barú, luego de despegar cargada de 400 kilos de presunta cocaína.
El piloto Justiniano Jaques Arrechiva, de Chihuahua en México, murió al caer la nave en medio de los bananales. El copiloto, Marcos Edgar Rivera Tamayo, salió a Finca Lechoza a pedir ayuda con herida en una ceja.
La aeronave llevaba una matrícula pegada con cinta adhesiva TI–TLI, y había aterrizado en la pista privada de Jagua propiedad de la cooperativa de servicios múltiples de Puerto Armuelles, presuntamente para abastecer combustible y a cargar la droga que llegó en un pick up.
La operación que dio como resultado la derribada de la nave era parte de un seguimiento de la fiscalía de drogas. Entre los detenidos figura el acompañante que iba en la aeronave, dos miembros de la seguridad privada que tiene COOSEMUPAR y dos ciudadanos que iban en el pick up.
De acuerdo con los residentes de Finca Lechoza, los primeros disparos se registraron a las 1:00 pm de ayer, cuando escucharon las ráfagas de las ametralladoras del SAN y después de 30 minutos escucharon el desplome de la aeronave.
Luego de abastecerse y despegar, fue interceptada por el SAN y al mostrar resistencia se vieron en la obligación de dispararle, pues se encontraba a pocos kilómetros de la línea fronteriza con el vecino país Costa Rica.
FUERTE OPERATIVO DE LA PTJ
Un convoy fuertemente custodiado de la PTJ llevó la droga hasta su sede de Ancón. El levantamiento del cadáver fue efectuado por el personero de Barú, y lo trasladó a la morgue del ministerio público en David.