Con pasos lentos, quejándose y apoyándose en las frías paredes de la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás, apareció el hombre.
Su aspecto era lastimero: mal vestido, desaliñado y con la camisa que en sus mejores tiempos fue blanca, manchada de sangre.
Una toallita era usada por el hombre para atajar la hemorragia, pero el líquido carmesí traspasaba las fibras de la tela.
De sus labios temblorosos salieron las siguientes palabras: "Me apuñalaron".
Los médicos le dieron la atención y lo dejaron bajo observación.
Eran los 00: 15 minutos de la madrugada del Viernes Santo cuando Francisco, mejor conocido como "Charles", de 48 años, llegó en busca de auxilio.
Se conoció que otro indigente le enterró el cuchillo en el área del abdomen, cuando él se encontraba en los alrededores de la Policía Técnica Judicial, en Ancón.
"Charles" no supo detallar los hechos ni describir a su agresor y sólo se limitó a decir que había sido un indigente el que lo apuñaló.
La vida que llevan esos ciudadanos sin hogar, es preocupante: sin familia, sin un lugar dónde dormir, sin nada que comer y expuestos a los peligros.
La violencia también se da en esos niveles donde a veces se llega a extremos irremediables.
SE RECUPERA
El hombre acudió al hospital por sus propios medios para recibir la atención médica. Allí le recomendaron mucho reposo para sanar.