Padres de familia, estudiantes y docentes del Colegio Pablo Pinzón Carrizo, localizado en la comunidad de Cirbulaco, en Ponuga, provincia de Veraguas se abocaron a un paro indefinido.
Según ellos, la fibra de vidrio ha afectado a los estudiantes y al personal.
Luis Carlos Pérez, un padre de familia, señaló que la medida de paro se debe a que los estudiantes que asisten a ese centro de enseñanza llevan varios años de estar con picazón, fuertes dolores de cabeza, mareos y erupciones en la piel.
Entre tanto, Los estudiantes Instituto Coronel Segundo de Villarreal (ICSV), en La Villa de Los santos, suspendieron las clases por un periodo de 48 horas.
Ellos denuncian que los estudiantes del Bachiller Agropecuario tienen que esperar dos horas para encender el bus que los transporta a la finca del Ejido.
Mientras que los estudiantes de Bachiller en Ciencias, no tienen reactivos para los laboratorios de química y los del bachiller en comercio, ni siquiera tienen una máquina eléctrica para aprender.