El mal comportamiento de algunos fanáticos santeños durante y después del primer juego de la final de la Liga Central ante Chiriquí ha podido costarle una sanción al estadio Olmedo Solé, según lo establece el reglamento del torneo. De acuerdo con el acápite D.2 del reglamento, relativo a desórdenes y riñas tumultuarias, si durante el desarrollo de un partido la afición local crea una situación incontrolable de agresión a los árbitros o a los jugadores se sancionará a la plaza con un partido de suspensión. En caso de reincidencia se suspenderá por tres partidos.
El acápite D.3 señala que si después de terminado un partido, la afición local realiza actos de agresión incontrolables, dentro o fuera del estadio contra la delegación visitante, se sancionará a la plaza de uno a tres juegos.